Sergio Pérez se sacrificó a regañadientes por Max Verstappen en el Gran Premio de España. El piloto mexicano de Red Bull recibió instrucciones de no ponerle las cosas difíciles al holandés cuando lideró hacia el final de la carrera en el Circuito de Cataluña y Verstappen se le acercó con neumáticos nuevos.
“Quiero discutirlo internamente, porque ya había dejado pasar a Max al principio de la carrera y luego me dijeron que recuperaría esa posición más tarde”, dijo Pérez. “Conduje una estrategia diferente y me hubiera gustado intentar terminarla bien, pero el triple de Max fue la mejor estrategia. Si se me hubiera ocurrido, habría ganado la carrera”.
Durante la carrera, Pérez no estaba del todo contento por tener que rendirse. “No es justo, pero está bien”, gritó por la radio de a bordo. Después de la carrera hubo resignación. “No sabíamos de antemano qué estrategia sería la correcta, así que no me quejo. Probablemente me habría alcanzado de todos modos y estoy muy contento con el resultado del equipo. Tenemos que apreciar este éxito”.