La economía alemana se contrajo ligeramente en el tercer trimestre de este año. Por lo tanto, la mayor economía de Europa y el socio comercial más importante de los Países Bajos se encaminan hacia una posible recesión.
El producto interior bruto (PIB) de Alemania, la referencia para el crecimiento económico, cayó un 0,1 por ciento en el último trimestre en comparación con el segundo trimestre. Según la agencia de estadísticas alemana Destatis, la economía se contrajo principalmente porque los hogares se mantuvieron estrictos.
La economía de nuestros vecinos del este no ha ido bien desde hace algún tiempo. La industria, entre otras cosas, está pasando por momentos difíciles. El país, al igual que los Países Bajos, enfrentó una escasez de gas el año pasado cuando Rusia cortó el suministro. Los alemanes también se ven afectados por las numerosas subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). Estos aumentos desaceleran la economía.
También se espera que la economía alemana se contraiga en el cuarto trimestre. Esto significaría que el país está en recesión.
Según cifras anteriores de Destatis, la economía alemana ya había entrado en recesión en el primer trimestre de este año. Pero tras un segundo cálculo basado en nuevas cifras, resultó que no era así.