Pepinster, quiérase o no, símbolo de las inundaciones. “¿De qué sirve seguir llorando? Sí, estuvo mal, pero hay que seguir adelante”

Una bomba de agua, con cantidades de lluvia que ocurren una vez cada cien años. Quizás una decisión equivocada sobre la apertura de las compuertas de las esclusas en el embalse de Eupen. Resultado: 41 muertos, 642 casas destruidas, por 2.100 millones de euros en daños. reportero Sven Spoormakers y fotógrafo Félix Rabou andar en bicicleta de Eupen a Maaseik, pasando por Vesder, Ourthe y Maas, y hablando con la gente desde la primera hasta la última casa inundada. Un viaje por carretera, entre el derrotismo y la decisión, pero sobre todo de reconstrucción de casas y vidas. Hoy parte 1: Pepinster.



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