Es una de las cuestiones más complejas de resolver en vista de la definición del capítulo de pensiones del próximo presupuesto de otoño, prevista para mediados de octubre. El restyling de Opción mujer, el canal de salida anticipada, vinculado al nuevo cálculo de la cotización del subsidio, previsto solo para algunas categorías de trabajadores tras el endurecimiento iniciado a principios de 2023, es uno de los objetivos de la mayoría, pero debe abordar la Límites rígidos establecidos por el Ministerio de Economía para una ley de presupuesto que promete ser tacaña en cuanto a recursos para implementar. También por eso, a medida que pasan las semanas, se suceden las hipótesis para revisar las normas actualmente vigentes: desde el uso de una subvención similar al modelo Social Ape hasta la eliminación del llamado “criterio del hijo”. Una larga serie de posibles soluciones que, al menos en parte, también podrían dar lugar a una especie de mezcla en el momento del borrador final de la ley de presupuestos para 2024.
La configuración actual de Women’s Option
El mecanismo introducido por la maniobra aprobada a finales del año pasado por el Parlamento, la primera de Meloni, permite la salida a los 60 años (junto con 35 años de pagos), ligada al nuevo cálculo de la aportación del subsidio, con un descuento de un un año para las mujeres con un hijo (jubilación a los 59 años) y dos años para las que tienen varios hijos (jubilación a los 58 años), pero limitando el acceso a la pensión sólo a algunas categorías específicas de trabajadores: cuidadores; con al menos el 74% de incapacidad civil; “despedido”; empleados de empresas en crisis). Con el resultado de reducir la audiencia potencial en 2023 a no más de 2.900 trabajadoras, mientras que en 2022, antes de este endurecimiento, cuando se permitía la jubilación a los 58 años (59 para los “autónomos”), las salidas a través de esta pensión El canal había sido casi 24 mil.
A 1 de enero de 2023, más de 174.000 salidas, con una “penalización” media del 39,8% pero progresivamente decreciente.
El INPS ha hecho oficial que hasta el 1 de enero de 2023, 174.535 trabajadoras salieron con la opción femenina con una asignación media un 39,8% inferior a la media de otras pensiones “anticipadas” (1.171,19 euros frente a 1.946,92 euros). Pero el INPS siempre ha señalado que esta diferencia de importe “sólo en parte” se debe al nuevo cálculo de la cotización del subsidio, que (antes de la introducción de los requisitos actuales) era <La hipótesis de la «abeja hembra» con 61-62 años
Desde principios del verano, los técnicos del Gobierno evalúan la posibilidad de introducir una subvención para las trabajadoras según el modelo llamado “simio social”: el anticipo de pensiones se destinaba a algunas categorías de trabajadores, empezando por aquellos especialmente situaciones difíciles “desfavorecidos”. Las mujeres a las que actualmente se les permite salida anticipada (cuidadoras, con al menos 74% de incapacidad civil, despedidas) que hayan cumplido entre 61 y 62 años y 30 años de aportes (28 para madres con dos hijos) tendrían la posibilidad de beneficiarse hasta el El umbral de vejez se alcanza con una subvención no superior a 1.500 euros brutos “no revalorizables” durante 12 meses y, en cualquier caso, exenta del nuevo cálculo de la aportación del subsidio. Subsidio que también se garantizaría a las trabajadoras que realicen tareas exigentes (durante al menos seis años en los últimos siete o siete años en los últimos diez trabajados): en este caso los años de cotización necesarios (36 como esencialmente para el Simio Social) bajaría a 34 en presencia de dos hijos. Sería, por tanto, una medida complementaria a la pensión de vejez (una especie de subsidio), pero no condicionada al nuevo cálculo de las cotizaciones.
La solución de irse a los 58 años sin el “criterio de los hijos”
Entre las diversas propuestas sobre la mesa para flexibilizar la opción de las mujeres, está la apoyada por una parte de la mayoría que prevé la eliminación de la llamada “restricción infantil”, pero dejando el acceso a las categorías de trabajadores para quiénes pueden acogerse actualmente a esta salida anticipada (cuidadores, con al menos un 74% de discapacidad civil, despedidos o empleados por empresas en crisis). Es decir, se eliminaría el requisito de edad de 60 años y también se eliminarían los “descuentos” de un año con un hijo y dos años con varios hijos. Para estas categorías, por tanto, el umbral de edad volvería a los 58 años como en 2022.