Se ha convertido en uno de los últimos nudos para desatar la intrincada madeja de la maniobra. La prórroga de la opción de la mujer estuvo en el centro de una prolongada discusión en el gobierno, que abrió el camino para un regreso al pasado reciente con una prórroga de la medida en la versión actual, que permite a las trabajadoras acceder a esta salida anticipada, sujeto al recálculo de la aportación del cheque, con 58 años (59 si es “autónomo”) y 35 de aportación.
Con el paso de los días, apareció cada vez más en la balanza el restyling anunciado por el ejecutivo al momento del lanzamiento del proyecto de ley de presupuesto, que prevé una remodulación del umbral registral en función del número de “hijos” con retiro permitido. para todas las trabajadoras, así como con 35 años de cotización, a los 58 con dos o más hijos, a los 59 con un solo hijo y a los 60 para las que no tengan “descendencia”.
Una solución sobre la que habría dudas sobre el riesgo de constitucionalidad y no apreciada por la misma parte del mundo femenino. También por ello, el Ministerio de Trabajo habría solicitado una evaluación cuidadosa de la posibilidad de recurrir a la prórroga plana, sin cambiar los requisitos.
La configuración actual de Opción Mujer
Actualmente las trabajadoras pueden utilizar el canal Opción Mujer, con el recálculo de cotización del cheque, si tienen 58 años (59 en el caso de los “autónomos”) y 35 años de cotización. Esta medida se ha prorrogado varias veces: la última prórroga, por orden cronológico, fue la prevista por la ley de presupuestos de Draghi el año pasado. El coste de esta prórroga se había cuantificado en 111,2 millones para 2022, 317,3 para 2023 y 499,7 millones para 2024.
El restyling anunciado con la variable “niños”
Inmediatamente después de la puesta en marcha de la primera maniobra del Gobierno de Meloni, que a 25 de noviembre aún no está “cerrada” y pendiente de transmisión al Parlamento, el actual ejecutivo apostó por una nueva ampliación de la opción femenina pero con un restyling basado en el -llamada “variable infantil”. Una revisión que deja sin cambios el umbral de cotización (35 años) pero que modula el requisito de edad: 58 años para todas las trabajadoras con dos o más hijos, 59 con un solo hijo, 60 años para las que no tienen hijos. El impacto en las cuentas públicas de esta nueva configuración sería de 166 millones en 2023 y 464 millones el año siguiente.