Pensiones: prioridad a pensiones complementarias y trabajo extenuante. Largos tiempos para la Cuota 41


La fiebre del gasto en pensiones y los partidos en curso con Bruselas sobre Pnrr y la revisión del Pacto de Estabilidad están llamados a convertirse en un efecto freno a la hoja de ruta imaginada originalmente por el Gobierno para reformar la seguridad social.

El calendario para la introducción de la Cuota 41, en la que la Liga siempre ha confiado mucho, está destinado a alargarse hasta la parte final de la legislatura. También porque abrir de inmediato otro frente con la UE, que siempre ha supervisado con gran atención el funcionamiento del sistema de pensiones italiano, correría el riesgo de poner en riesgo los otros expedientes “urgentes”.

Pero la próxima ley de presupuesto aún podría construirse con un capítulo de minipensiones. Y no sólo para indicar una nueva solución temporal para después de la Cuota 103, sobre la que debería caer el telón el 31 de diciembre, salvo prórrogas no improbables. Dos parecen destinadas a ser las intervenciones prioritarias en las que el ejecutivo parece orientarse a centrarse: el relanzamiento de las pensiones complementarias también a través de nuevas exenciones fiscales, que podrían plasmarse en el papel ya en el Def que llega en abril; la ampliación de la audiencia de trabajos extenuantes.

Lo desconocido cuenta

El gasto en pensiones sigue teniendo un ritmo sostenido. En la última nota de actualización del Def, se estima que el gasto pase de 297.300 millones en 2022, a 320.800 millones a finales de este año y a 349.700 millones en 2025, cuando su incidencia sobre el PIB debería ser del 16,4% frente al 15,7% en 2022 El estado de salud de las cuentas del INPS no parece el mejor. También por efecto de un empeoramiento de la situación económica respecto al año pasado, el presupuesto 2023 de la institución señala un resultado económico negativo de más de 9.700 millones al cierre del año, mientras que 2022 cerró con un superávit de 1.800 millones.

La lente de Bruselas

Entre las recomendaciones canónicas de la UE está la de contener el gasto en pensiones y garantizar la sostenibilidad del sistema de seguridad social. También a la luz de la evolución de las cuentas de la seguridad social, se le complica al gobierno de Meloni imponer su mano en las pensiones, quizás proponiendo una intervención como la Cuota 41 que costaría alrededor de 9 mil millones al año cuando esté en pleno funcionamiento. Entre otras cosas, el mismo ejecutivo ya está mirando con mucha atención la revisión del pacto de estabilidad de la UE y está intentando marcar algunos correctivos para la gestión del Pnrr: dos expedientes considerados prioritarios.



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