Pensiones, “lastre” Cuota 102 sobre el PIB: así crecerá el gasto en los próximos 20 años


Una “carga mayor” estimada en 4,3 puntos porcentuales del PIB. Es el impacto en las cuentas de pensiones que, de forma acumulativa, produciría la adopción estructural de la Cuota 102 de aquí a 2044. Así lo calcula una simulación de la Contaduría General del Estado contenida en el informe 2022 sobre las tendencias a medio-largo plazo de la sistema de pensiones y asistencia sanitaria social. Y este es un indicio no precisamente despreciable. Porque, con la dimisión del Gobierno de Draghi y el cierre anticipado de la legislatura, una prórroga de un año de la posibilidad de salir con 64 años de edad y al menos 38 de cotización, prevista actualmente solo para 2022, se convierte en una de las opciones. que puede servir para evitar a partir de 2023 una vuelta brusca a la ley Fornero en plena forma y, al mismo tiempo, no gravar demasiado el gasto por pensiones. Que el próximo año ya estará lastrado por una cuenta cercana a los 24 mil millones ligada al repunte de la inflación, con la consiguiente indexación automática de tratamientos.

Los costos a largo plazo de la Cuota 102

Los técnicos contables señalan que la utilización permanente de la Cuota 102 (ajustada cada dos años a la evolución de la esperanza de vida) produce un aumento significativo de la relación gasto en pensiones-PIB en los primeros veinte años del período de previsión. En particular, en los años 2022-2044, la incidencia del gasto en relación con el producto interno aumentaría, en promedio, 0,25 puntos porcentuales. Y el pico se alcanzaría en 2042, “dos años antes del valor máximo previsto por la legislación vigente y con un valor del 16,9%, en línea con los datos del escenario nacional”.

Abolición del ajuste a la esperanza de vida

El informe también contiene otra simulación de los técnicos de vía XX Settembre: la de la supresión permanente del ajuste a la esperanza de vida del canal contributivo de pensiones de antigüedad, al que se puede acceder con 42 años y 10 meses de cotizaciones (41 años y 10 meses para las mujeres) independientemente de la edad. En este caso, el gasto en relación con el PIB comenzaría a aumentar gradualmente a partir de 2026 y, a partir de 2031, se mantendría superior en unas tres décimas de punto hasta 2045 (una décima en el período siguiente).

El pico se alcanzaría en 2042, alcanzando el 17% del PIB frente al 16,8% asumido en 2044 por la previsión de la legislación vigente. El informe destaca que la configuración “estructural” de este canal, sin los ajustes bienales de la esperanza de vida, acumularía una mayor carga durante todo el período de previsión, cuantificada en 6,9 puntos porcentuales del PIB.

Los costos de las exenciones

Estas dos posibles vías supondrían de hecho otros “aligeramientos” de la ley Fornero con un impacto importante en términos de aumento del gasto. La Contaduría General también ha calculado el aumento de costes producido por las diversas excepciones a la ley del gobierno de Monti introducidas entre 2019 (a partir del Cuota 100) y este año con la utilización del Cuota 102. Excepciones – precisa el informe – que ” Han supuesto un aumento del gasto y una retrocesión en el proceso de elevación de los requisitos de acceso a la jubilación, produciéndose en el período 2019-2034, nuevos costes superiores equivalentes a una media de 0,23 puntos del PIB al año”.



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