Todavía falta alrededor de un mes y medio para el lanzamiento de la medida, pero la lista de posibles ajustes ya empieza a reducirse. Excluyendo el capítulo del sector público, donde el plan que se está definiendo para apuntalar la plantilla también tendrá impacto en la seguridad social, los técnicos del Gobierno se centran en la cuestión de la llamada “cobertura previsional” de los jóvenes, que deben ser garantizados por una “competencia” más masiva de seguridad social complementaria, además de la obligatoria. Desde esta perspectiva, el Ejecutivo piensa desencadenar una nueva intervención sobre la TFR, que en el caso de las nuevas contrataciones, una parte (20-25%) se destinaría obligatoriamente a los fondos de pensiones, en la línea de la propuesta lanzada por la Liga. en las últimas semanas. Para el resto de trabajadores, se iniciaría una nueva fase de “silencio-consentimiento” (probablemente de seis meses) para destinar voluntariamente la indemnización a pensiones complementarias, como también sugirió la ministra de Trabajo, Marina Calderone.
Salida anticipada de los trabajadores “contributivos”: el umbral se mantiene sin cambios
Aún en el lado de los “jóvenes”, podrían llegar algunas otras medidas en materia de pensiones. Pero en el canal de salida anticipada para los trabajadores contributivos (los que están en el negocio desde el 1 de enero de 1996) con 64 años y 20 años de cotización no debería haber novedades: el monto “umbral” del tratamiento, que se espera que utilice este En este caso, debería permanecer fijado en 3 veces el subsidio social (2,8 veces para las mujeres y 2,6 veces para las que tienen 2 o más hijos), tal como establece la última ley presupuestaria.
La revalorización por bandas se mantiene: hacia un nuevo apretón de mayores derechos
El Gobierno también se orienta a confirmar en 2025 el mecanismo de revalorización de las pensiones por tramos, introducido para el bienio 2023-24, sin volver por tanto al de “grupos”. En este caso, sin embargo, parece destinado a desencadenar un nuevo endurecimiento de las pensiones de importes más elevados: la indexación total seguirá estando garantizada sólo para pagos de hasta cuatro veces el mínimo. Para las pensiones bajas, seguiremos con la superrevalorización garantizada este año y, si hay recursos disponibles, no se pueden descartar algunos ajustes adicionales.
Posible ampliación de la Cuota 103, mayor restricción de las contribuciones
La decisión sobre la flexibilidad de salida se tomará sólo después de la presentación del plan estructural presupuestario, prevista para mediados de septiembre. Con la próxima ley presupuestaria no habrá intervenciones de gran alcance, pero el gobierno no ha renunciado a la idea de una reorganización general del sistema de seguridad social. «La reforma de las pensiones sigue siendo un objetivo que alcanzaremos al final de la legislatura», asegura el subsecretario de Trabajo, Claudio Durigon. De momento, la hipótesis más popular es confirmar las herramientas operativas este año en la versión actual, como Quota 103 y Social Ape, también en 2025, quizás con algunas pequeñas revisiones. Cualquier medida en materia de jubilación anticipada estará en todo caso vinculada a la adopción del método de cálculo contributivo.