Pensiones, con la incógnita del “tras la Cuota 103” aumenta la presión para relanzar las pensiones complementarias


Debido a la agenda del gobierno que a estas alturas ve las voces “Pnrr” y “reformas constitucionales” en sus primeros puntos y gracias a la campaña electoral, de hecho ya en marcha desde hace algunas semanas, para las vueltas de las elecciones regionales y, sobre todo, , de las “elecciones europeas” previstas para junio, la cuestión de las pensiones parece haber pasado a un segundo plano. Pero, en realidad, sigue aumentando la presión, sobre todo para relanzar las pensiones complementarias, con la petición de exenciones fiscales y propuestas para aumentar la rentabilidad y fomentar las inversiones directas de los fondos de pensiones en empresas e infraestructuras italianas. Hipótesis y sugerencias que surgen en gran medida de las audiencias ante la Comisión Bicameral de Control de las Instituciones de Seguridad Social durante la investigación de determinación de hechos, iniciada hace unas semanas, sobre el balance y resultados de la gestión del sector ampliado de seguridad social, con especial atención en lo que respecta a la transición demográfica y a las tendencias de bienestar integrador. Pero, considerando también “después de la Cuota 103”, que incluso en la actual versión “penalizada” finalizará el 31 de diciembre de 2024, la verdadera cuestión por resolver sigue siendo la de la flexibilidad de salida para hacer menos rígido el sistema obligatorio de seguridad social. E incluso en este caso no faltan ideas nuevas, como la introducción de coeficientes de transformación para cohortes siguiendo las líneas del modelo sueco.

El debate sobre la reforma está en suspenso

Después la rueda de prensa de “principio de año” en el que la Primera Ministra Giorgia Meloni esperaba llegar a una reforma estructural de la seguridad social, posiblemente a través de una discusión con los interlocutores sociales, no ha llegado ninguna otra señal del gobierno, a pesar de que los sindicatos han pedido repetidamente reabrir la mesa. A finales de año, entre otras cosas, el ejecutivo deberá decidir qué intervenciones adoptar de cara a 2025, dado que en diciembre expirarán todas las “medidas puente” actualmente en vigor: desde la Cuota 103 en forma “penalizada” (contribución nuevo cálculo de la prestación y del límite máximo de su cuantía), al Social Ape y a la Women’s Option en una versión más reducida. También habrá que entender si se pondrán en marcha intervenciones para dar más “atractivo”, especialmente entre los jóvenes, a las pensiones complementarias, que ya se emitieron en otoño de 2023 y que luego quedaron paralizadas debido a la estrecha espacios de finanzas públicas a disposición del ejecutivo.

La investigación de la “Bicameralina” sobre las instituciones de seguridad social

El capítulo de las pensiones no ha desaparecido del todo del debate político. En las últimas semanas, la comisión parlamentaria para el seguimiento de las actividades de los organismos que gestionan las formas obligatorias de seguridad social, presidida por el miembro de la Liga Norte Alberto Bagnai, inició una investigación sobre el equilibrio y los resultados de la gestión del sector ampliado de la seguridad social. con especial atención a la transición demográfica, la evolución del mundo de las profesiones y las tendencias del bienestar integrador.

Flexibilidad de producción con coeficientes de transformación de cohortes

La principal cuestión por resolver de cara a una posible reforma de la seguridad social sigue siendo la de la flexibilidad de salida. También porque la Cuota 103 (posibilidad de salida con 62 años y 41 años de cotizaciones) en la nueva configuración “penalizada” expirará el 31 de diciembre de 2024. La presidenta del Consejo Nacional de Actuarios, Tiziana Tafaro, también se centró en esta cuestión durante la Audiencia en la Bicameral sobre control de las instituciones de seguridad social. «En el tema de la flexibilidad de salida, a menudo tema de discusión para reformas, se considera importante – afirmó Tafaro – que se garantice un principio de equidad actuarial entre la cotización pagada y el importe de la prestación. Este requisito es fundamental para no afectar la sostenibilidad del sistema de pensiones.” Según Tafaro, desde esta perspectiva “también se podría estudiar el efecto de introducir coeficientes de transformación por cohortes, recordando el sistema sueco”. Con el uso de este mecanismo, se bloquearían los coeficientes de transformación de capital en renta para las cohortes de trabajadores al alcanzar el primer derecho a una pensión. Esta solución, aclara el Consejo Nacional de Actuarios, “ante la posibilidad de salida por antigüedad y vejez, podría ser compleja, pero evita castigar a quienes retrasan la jubilación, favoreciendo la opción de continuar trabajando voluntariamente”.

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Prioridad al relanzamiento de la provisión de pensiones complementarias

En opinión de los “actuarios”, un camino a seguir inmediatamente es el de relanzar y mejorar la regulación de las pensiones complementarias, también en el ámbito de las rentas vitalicias. «Creemos que, para hacer más efectiva la conversión del capital derivado de la acumulación de pensiones en ingresos – subrayó Tafaro – puede ser necesario evaluar la construcción de anualidades de pensión complementarias en las que se compartan parcialmente estos riesgos con organismo prestador”, con el objetivo de incrementar el importe. «Una solución también podría consistir en dividir la renta en varios intervalos temporales, suponiendo, por ejemplo, una renta temporal para los años relativos a la esperanza de vida en la fecha elegida, incluso con una periodicidad variable, y una renta vitalicia diferida, cuyo riesgo de seguro podría ser parcialmente compartido con el miembro”, dijo Tafaro.



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