Pensiones, adiós a 3 vías de salida anticipada: sin nueva ley en 2023 volvemos a Fornero


No más de dos meses. Es el poco tiempo del que dispondrá el nuevo Gobierno de centroderecha, una vez juramentado en manos del jefe del Estado y obtenida la confianza del Parlamento, para decidir cómo afrontar la estrecha encrucijada de la jubilación al final de la año. Lo que se presenta con el riesgo de una nueva «escalera» evocada por los sindicatos con la vuelta a partir del 1 de enero de 2023 a la ley Fornero en versión íntegra y con la mina simultánea en las cuentas públicas desencadenada por la necesidad de ajustar los pagos de pensiones a la avalancha de inflación. Sin nuevas intervenciones, en la transición entre 2022 y el nuevo año se cerrarán de golpe tres canales de salida anticipada: Cuota 102, Opción Femenina y Mono Social. Al mismo tiempo. Ya se prevé una revalorización obligatoria de los tratamientos, que incrementará el gasto en pensiones un 7,9% respecto a este año.

La última carrera de fin de año: La cuota 102 se detiene con un atractivo bajo

El 31 de diciembre marcará el fin de la experiencia anual de la Cuota 102, la posibilidad de jubilación anticipada con al menos 64 años de edad y 38 aportes, que introdujo la última ley de presupuesto tras la conclusión del trienio de prueba de la Cuota 100 A medida, la lanzada por el gobierno de Draghi, que no parece haber despertado gran interés entre los trabajadores: al finalizar el año debería haber unas 10 mil salidas, quedando lejos de las 16.800 jubilaciones señaladas por el ejecutivo en el informe técnico de la maniobra. También el 31 de diciembre concluirán su andadura otros dos vehículos de pensión prorrogados varias veces: la opción mujer y el Ape social.

La alarma de los sindicatos: llega la «escalera», inmediatamente la mesa con el gobierno

Para CGIL, CISL y UIL, el cese simultáneo de estos tres canales de salida provocará un fuerte aumento en el umbral de jubilación de 62 años de lo que era la Cuota 100 (luego pasó a ser 64 con la Cuota 102) a 67 años de edad exigida. Es decir, se materializaría una nueva “escalera”, aunque la edad de referencia para la jubilación siempre ha sido la fijada por la reforma Fornero. La Cuota 102, de hecho, no es más que una derogación, al igual que la Opción Mujer y el Mono Social. Pero los gremios siguen convencidos de su tesis: “Hay que construir un acuerdo con el nuevo gobierno para diciembre próximo porque sabemos que se vence el cupo 102 y a partir del 1 de enero hay una escalera de 5 años que lleva la vejez a 67 años. », argumenta el líder de la CISL, Luigi Sbarra. Y los secretarios generales de la CGIL y la UIL están esencialmente en la misma línea. De ahí la petición de abrir paso de inmediato al Cupo 41, caro a la Liga, o de garantizar por todo lo alto con 62 años.

La mina en las cuentas

Las dos soluciones propuestas por los sindicatos parecen, al menos sobre el papel, difícilmente compatibles con el estado actual de las cuentas públicas, presionadas por el progresivo deterioro de la economía. También porque debido únicamente a la indexación de los cheques de pensiones, que deberá activarse en enero tras el avance parcial y «limitado» previsto por el decreto Aid ter, el gasto en pensiones está destinado a aumentar algo menos de 24.000 millones el próximo año, y con la ‘adopción de la Cuota 41 y las extensiones de la Opción Femenina y el Mono Social aumentarían aún más a casi 30 mil millones. Según estimaciones del INPS, solo en el primer año se necesitarían 4 mil millones para garantizar los egresos con 41 años de pagos sin importar la edad. Para los sindicatos, y también para la Liga, el costo no superaría los 1.300-1.400 millones porque el número real de trabajadores que usaría esta medida sería considerablemente menor que el potencial. Sobre lo cual, no obstante, la Contaduría General del Estado seguiría estando llamada a cuantificar las coberturas financieras necesarias.

Entre 2018 y 2024, la relación gasto/PIB osciló entre el 15,2 % y el 16,4 %

Ante el difícil contexto económico y la delicada situación de las finanzas públicas, acompañada de la absoluta necesidad de apuntalar a familias y empresas frente a facturas elevadas, destaca que en el futuro inmediato el camino a seguir no puede ser el de la jubilación anticipada, presidente de Confindustria, Carlos Bonomi. Los mismos técnicos del Ministerio de Economía han advertido en reiteradas ocasiones del peligro que representa la continua subida de los costes de las pensiones, que Bruselas sigue de cerca. La relación gasto en pensiones sobre PIB pasará del 15,7% en 2022 al 16,2% en 2023 y al 16,4% en 2024. La Contaduría General del Estado destacó recientemente que, teniendo en cuenta que en el bienio 2023-2024 «el perfil del deflactor del PIB es significativamente más bajo que el de la tasa de indexación y el alto nivel de indexación en sí mismo (atribuible al aumento en la tasa de inflación registrada a partir de finales de 2021 y esperada hasta 2023), la relación con el producto interno aumenta significativamente , alcanzando el 16,4% al final del bienio (1,2 puntos porcentuales por encima del nivel de 2018)». Y este nivel se mantendría básicamente hasta 2030.



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