La visita de G. a la casa de su exmujer en Hoorn duró sólo tres minutos, pero las consecuencias son enormes. Para la víctima, pero también para la familia del perpetrador.
Comenzó con un altercado ese día de noviembre de 2023, seguido unos momentos después por un apuñalamiento. La víctima recibió varias puñaladas en la espalda, axila y abdomen. A duras penas sobrevivió al violento incidente, principalmente porque condujo él mismo hasta el hospital. Había perdido litros de sangre debido a una hemorragia arterial y padecía, entre otras cosas, un colapso pulmonar.
‘Pinchado dos veces’
Según Zaandammer, esto fue precedido por un combate de lucha en el suelo. “Recuerdo haberlo ’empujado’ dos veces para alejarlo de mí. En un reflejo. Mis ojos se pusieron negros. No era mi intención lastimarlo”.
La víctima, un hombre de 107 kilos con 11 años de experiencia en kickboxing, afirmó que el Zaandammer cogió un cuchillo y empezó a apuñalarle mientras todavía estaba sentado en una silla. Cuando quiso huir, lo apuñalaron por la espalda. La exmujer había visto que la víctima se defendía sosteniendo la silla en el aire, dijo a la policía.
Durante el juicio surgió la incertidumbre sobre la relación entre la víctima y la ex esposa del hombre. Según el abogado de G., estaba claro que ambos estaban en una relación, mientras que la víctima afirmó que eran compañeros de trabajo.
‘Celos enfermizos’
El fiscal subrayó la gravedad de la situación durante el juicio hace dos semanas. “La víctima casi tuvo que pagar con su muerte los celos morbosos de este hombre, porque G. quería mantener el control sobre su ex esposa incluso después del divorcio. Sólo porque el sospechoso no quiere que otros hombres se acerquen a sus hijos. El sospechoso sufrió lesiones potencialmente mortales y tiene suerte de que terminó de esa manera. Es una víctima completamente aleatoria”.
El tribunal de Holanda Septentrional condenó a G. a cinco años de prisión, una pena inferior a la requerida. El Ministerio Público (OM) había solicitado una pena de prisión de seis años. El juez afirma ahora: “Sólo una actuación rápida de la propia víctima podría haber evitado lo peor. Se trata de un hecho gravísimo, que ha provocado lesiones graves que, sin intervención médica, sin duda habrían provocado la muerte de la víctima”.