Pecco Bagnaia, el campeón de rostro amable. El reto no es poner límites

El piamontés de Ducati ganó sin emular a nadie y entró en el club número uno. El regreso cuando todo parecía perdido es la señal del material de los grandes

masismo falcioni

06 noviembre

– Valencia, España)

Cerré los ojos debajo de mi casco por un momento, cuando los vuelvo a abrir frente al mundo, aquí hay una lágrima que cae. Pecco Bagnaia lo logró. Un noveno puesto en la última prueba decisiva en Valencia sin correr riesgos. Es el nuevo número uno de MotoGP. El mejor piloto en la mejor moto. Este año es así. Y está la emoción del piloto y del equipo cuando entras en la historia, hacia la leyenda. Triunfo rotundo para los rossa, primero con Bagnaia y tercero con Bastianini. Italia, la patria del motociclismo con sus grandes pilotos y sus grandes motos, vuelve a ocupar su lugar en lo alto de las cumbres. Todo es verdad. Ya es la Fiesta Roja. Y con los puños cerrados por el gran desafío ganado y derramando lágrimas de alegría.

adiós muecas

Así que adiós muecas de las primeras vueltas de un mundial que empezó mal y que, hasta la sexta cita en Jerez, no parecía querer enderezarse. Entonces Bagnaia, como saben hacer los campeones en las fases negativas, se encontró a sí mismo y a su confianza en el monoplaza de 2022 por fin en lo más alto: siete triunfos y, ahora, las dudas del tiempo en boxes y fuera y los gateos. el asfalto que bueno cuenta poco nunca le hacen al corredor y quien trabaja para él. Cosa del pasado. Juego cerrado. Campeonato ganado. Pecco y la Roja en los altares.

la sonrisa pecaminosa

El título mundial en la categoría reina del motociclismo vuelve con fuerza a Borgo Panigale. Han pasado 15 años desde el lirio con Casey Stoner, inmensa en mango, tanto como malhumorada. Ha pasado medio siglo desde 1972, último título de una pareja italiana en la máxima categoría: Giacomo Agostini sobre MV Agusta. Así se entra en el club “número uno”. Ahora para empujar a Bagnaia también hay un trozo de la gente del ’46’ que salió de la vuelta a finales de 2021 con la despedida de Valentino de las carreras y volvió a Valencia para reavivar sueños dormidos gracias a este chico de 25 años. el que va fuerte y sabe ganar sin emular a nadie. Del “Doctor” de Tavullia, el mejor intérprete del motociclismo de farándula, Pecco tiene las mismas ganas de ganar sin la broma venenosa ni la mirada burlona: por el contrario, tiene cara de buen chico que parece encarnar un perturbación perenne, la sonrisa insinuada como si quisiera disculparse con sus oponentes derrotados.

descubrimiento

Bagnaia lleva a Piedmont a la historia del Campeonato del Mundo. El centauro de Chivasso se lanzó a la mejilla del motociclismo justo en el Rancho Tavullia y trasplantado a Pesaro, una de las ciudades emblemáticas de las carreras, gana el título y convence con determinación competitiva e inteligencia táctica. Pecco no puede olvidar su formación deportiva, pero hoy es capaz de expresar el calibre del líder sin la sombra de mentores que corren el riesgo de convertirse en un voluminoso lastre. Lo que hizo este año, en términos de resultados, estilo de conducción y forma de correr, ya lo caracteriza dentro y fuera de la pista. Solo se necesita tiempo, ahora, para convertirse en un personaje, también para entrar en el corazón del ama de casa de Voghera. El motociclismo no es un deporte para “pocos pero buenos”. Sin gente en las gradas de los circuitos y frente al televisor se apaga el rugiente Circo, se cierra la tienda. Necesitamos grandes campeones y grandes desafíos. Y también se necesita la historia para transformar al campeón en un mito y al desafío en una pieza épica. Son los resultados y la forma de obtenerlos lo que hace de un ciclista un campeón y de un campeón una leyenda. Por ahora Pecco Bagnaia es “único” campeón mundial. Necesitamos el salto cualitativo en contar y decirse, en la forma de ser que lo hace único, dejando clichés a comunicados de prensa, para pasar de campeón a mito: reinventarse permaneciendo dentro de uno mismo. Entonces habrá tiempo para yuxtaposiciones estadísticas, que siempre son desagradables.

hombre a vencer

Ahora, el mundo rugiente de una MotoGP que deslumbra pero no perdona a quienes se ilusionan en la repetición fácil, es el mundo de Pecco. A él le toca darnos algo más de gasolina y proceder así, para que este sueño no sea sólo un meteoro. Las jornadas de caras largas con los ceros de la primera vuelta de la temporada en Qatar y los otros cuatro “ceros” en Le Mans, Cataluña, Sachsenring, Motegi, quedan como errores a no repetir, anulados por los siete triunfos de Jerez, Mugello, Assen, Silverstone, Austria, Misano, Sepang. Sin embargo, fue la capacidad de Pecco de saber reaccionar, levantándose cada vez, volcando una situación que se daba por perdida. Este es uno de los índices reveladores del tejido número uno. ¿Es el amanecer de un nuevo motociclismo? MotoGP 2023 ya está aquí. Con Bagnaia (para el bis) y Bastianini (que ya arde en el fuego sagrado de la venganza), ambos en la Roja oficial, listos para encender la mecha y hacerte soñar. La pelea está abierta, no faltan grandes retadores comenzando por Quartararo y Márquez, ambos con los dientes envenenados. Solo hay un hombre al que vencer. ¡Vamos, Pecco! ¡Nduma!





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