«Los precios de la energía en Europa han caído y no solo por el anuncio del price cap. Es probable que los especuladores se estén posicionando porque sospechan la inminencia de la posibilidad de un armisticio entre Rusia y Ucrania. En tal contexto, el BCE debería revisar su intención declarada de proceder con una nueva subida de tipos a principios de año”. El llamado proviene de Antonio Patuelli, presidente de ABI, en una entrevista con Sole 24 Ore en los quioscos el 3 de enero. “Declaro -declara el número 1 de la Asociación Bancaria- que sigo siendo de la opinión ilustrada por el gobernador Visco en septiembre, cuando instó a no tomar posiciones preconcebidas sobre las subidas de tipos sino a evaluar cada vez”.
La mera decisión de introducir un precio tope al gas «ha acentuado la reducción de precios. Sin embargo, estos habían crecido mucho antes del 24 de febrero de 2022 y de la guerra en Ucrania, porque las especulaciones venían del Este, había quienes sabían en Rusia que se estaban preparando cuadros de guerra y quienes sabían, también en Occidente, gracias a instrumentos satelitales que advirtieron a los ucranianos con anticipación de lo que les estaba sucediendo; todo ello ha producido operaciones especulativas, cuyos efectos fueron una desventaja para los europeos en términos de valoración del gas. Así que el hecho de que los europeos hayan dado una señal fuerte ha ayudado a aliviar la presión sobre el precio. Pero no sabemos qué es probable que los especuladores de los últimos días sepan o sospechen. Y es que están las condiciones para la paz».
Todo esto, según Patuelli, “da un panorama diferente al que analizaron los bancos centrales hace unas semanas, cuando en el lapso de horas, entre el 13 y el 15 de diciembre, decidieron aumentos, 0,5% Fed y luego el 0,5% el BCE, que llevó a los americanos al 4,5% ya la eurozona al 2,5%. Hay que tener en cuenta el cambio de panorama en el precio del gas: hay que revisar la intención expresada por el BCE de una nueva subida de tarifas a principios de año. En mi opinión, deberíamos reflexionar antes de decidir: con la caída del precio del gas, el factor más determinante de la inflación se contraerá y, por tanto, habrá que ser más cautos a la hora de subir las tarifas».