Justo antes del descanso del partido de play-off MVV – NAC, la sección de aficionados del club de Breda arrojó al campo un vaso de plástico. Como prescriben las nuevas pautas de la KNVB, el árbitro Erwin Blank detuvo el juego de inmediato.
Un fotógrafo que estaba sentado junto al palco y vio el vaso, trató de tirarlo por encima de la valla lo más rápido posible para que nadie lo viera y el juego pudiera continuar. Sin embargo, el arbitraje se había percatado, tras lo cual se detuvo el encuentro. El entrenador de NAC, Peter Hyballa, caminó enojado hacia sus propios seguidores. El ícono de NAC, Ton Lokhoff, también trató de hacer que sus propios seguidores se arrepintieran.
NAC acababa de disparar en el 3-0 y parece muy probable que esto fuera una cerveza de la alegría que acabó en el campo. El juego se reanudó después de cinco minutos.