La Provincia de Trento encabeza la clasificación especial de subsidiariedad, entendida como participación en actividades colectivas, sociales, cívicas y políticas. Seguido por Veneto y Friuli Venezia Giulia, mientras que Campania se ubica detrás, precedida por Calabria y Sicilia. La medición del índice de subsidiariedad regional es el Informe de Subsidiariedad 2022 dedicado al desarrollo social, elaborado por la Fundación para la Subsidiariedad, en colaboración con Istat. “El estudio muestra que la subsidiariedad contribuye a mejorar la calidad de vida, facilita la búsqueda de empleo y reduce el riesgo de pobreza”, subraya Giorgio Vittadini, presidente de la Fundación para la subsidiariedad.
La Provincia de Trento se duplica: primero también en desarrollo social
La provincia de Trento también destaca en el ranking sobre desarrollo social, que analiza una serie de factores como la salud, la educación, el trabajo, el bienestar económico, el paisaje, el medio ambiente, el patrimonio cultural, la innovación y la calidad de los servicios. Seguido por la provincia de Bolzano, Friuli Venezia Giulia y Valle d’Aosta.
En la parte inferior están Campania, Calabria y Sicilia.
El análisis territorial mide la propensión de los ciudadanos hacia la participación en actividades colectivas, sociales, cívicas y políticas. Haciendo la media nacional 100, destacan la provincia de Trento (108), Veneto (107) y Friuli Venezia Giulia (104). En la parte inferior se encuentran Campania (91), Calabria (92) y Sicilia (93).Las regiones del centro-norte se ubican en la parte del ranking, mientras que las del sur se encuentran en la parte inferior, con una menor propensión hacia compromiso subsidiario en valores absolutos. En el Sur, sin embargo, ha habido un marcado crecimiento en el tercer sector en los últimos años. Desde mediados de la década pasada, el nacimiento de nuevas instituciones ha superado, en total, el 25%, frente a tasas que rondan el 20% en el centro y el 18% en el norte.
En regiones donde la tasa de subsidiariedad es más alta, la tasa de empleo también aumenta y viceversa. Existe, por tanto, una especie de dependencia mutua. La participación en actividades sociales ayuda a las personas ya la comunidad a crear oportunidades de trabajo. También se ha identificado una relación positiva, pero más contenida, con un indicador fundamental de la salud: la esperanza de vida.
Indicadores para medir el bienestar
Las condiciones contextuales junto con la subsidiariedad afectan la esperanza de vida, también gracias a la inversión que cada uno hace en su propia salud. Han surgido otras relaciones, esta vez inversas, entre la subsidiariedad y el riesgo de pobreza, la grave dificultad para llegar a fin de mes y la densidad de trabajadores con salarios bajos. La investigación examinó algunos de los indicadores regionales de Bienestar Justo y Sostenible (BES) elaborados cada año por Istat.El proyecto BES, que celebra los primeros diez años de su concepción en 2022, es uno de los ejercicios más avanzados en el mundo de la medición. del bienestar como un fenómeno multidimensional. El objetivo del BES es construir indicadores para medir el bienestar, superando la visión “PIB-céntrica”, es decir, limitada a la consideración del Producto Interno Bruto (PIB) de cada país. En definitiva, no sólo cuenta lo que se produce cada año, sino también el bienestar real que se propaga en la sociedad.