El gerente, junto con otros dos ex ejecutivos de Wirecard, está acusado de estafar a bancos y otros prestamistas por más de tres mil millones de euros con la ayuda de transacciones ficticias. El defensor Dierlamm dijo que Braun creía en la empresa y compró acciones de Wirecard por 2,5 millones de euros poco antes del colapso del grupo. “Es una idea extravagante y absurda que un líder de una pandilla actúe así”.
Según el abogado defensor, ninguno de los 450 testigos interrogados acusó a Braun. No hay correo electrónico, ningún mensaje de chat que demuestre que Braun fue un perpetrador, dijo Dierlamm. Por su parte, el abogado acusó a Oliver Bellenhaus, coacusado y exdirector gerente de Wirecard en Dubái, de haber sido fundamental en la malversación de miles de millones. “El Sr. Braun no aparece en estas estructuras de sombra de ninguna manera”.
La cuarta sala de lo penal del Tribunal Regional de Múnich I abrió el proceso la semana pasada. El tribunal ha fijado unos buenos 100 días para el proceso y se espera que dure hasta 2024.
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MÚNICH (dpa-AFX)
Fuentes de imagen: Wirecard, Andreas Pohlmann/Wirecard AG