Un anfitrión de Airbnb de Corea del Sur tiene que pagar una factura de 1.418 euros después de que dos turistas chinos dejaran los grifos abiertos y las luces encendidas durante 25 días, informan los medios locales. La pareja se había ‘vengado’ por no haber podido cancelar su reserva con cuatro días de antelación.
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