Mil millones de euros extra sólo para el personal. Otros mil millones para reorganizar la atención a partir del territorio y la telemedicina, formar y reciclar a los operadores e informar a la población con campañas de comunicación adecuadas. Se trata de un tratamiento único, en el contexto de escasez de recursos para todo el planeta sanitario anunciado para la próxima ley presupuestaria, que sería útil para Italia aunque sólo fuera para dar cuerpo al empobrecido sector de la salud mental. Donde la emergencia crece pero a la que nuestro país aún dedica apenas el 3,4% del gasto sanitario frente al 10% destinado en naciones de altos ingresos como Alemania, Noruega y Francia.
Mayor necesidad de atención
En el Día Mundial de la Salud Mental, el 10 de octubre, Italia se presentará, también esta vez, sin haber hecho los deberes. Porque nada ha cambiado, incluso después de la pandemia, excepto la necesidad de atención: ha aumentado entre un 25 y un 30% en el amplio espectro de trastornos mentales y psiquiátricos, con picos dramáticos en grupos tradicionalmente débiles como los jóvenes, las mujeres y los ancianos. . Mientras que el rediseño de la atención de la salud mental en la zona -incluido en el Decreto Ministerial 77 de 2022 en implementación del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (Pnrr)- permanece en el papel por el momento. Los expertos, empezando por la Sociedad Italiana de Psiquiatría, así como los 91 directores de servicios de salud mental (DSM), que en una carta de llamamiento el pasado mes de enero habían pedido a las instituciones que “destinaran como máximo en un período de tres años a 2 mil millones adicionales respecto a los 4 mil millones actuales (3% del Fondo Nacional de Salud, ndr.), para alcanzar el objetivo mínimo del 5% del fondo de salud para la salud mental.”
Al menos 1.900 millones más por encontrar
Hoy una estimación comparable -al menos 1.900 millones más necesarios en el trienio, además de los 4.000 millones que ya están sobre la mesa- se relanza en el informe “Más” (Optimización de los recursos en salud mental) elaborado por Deloitte Consulting en colaboración con Janssen Italia, en cuya redacción participaron sociedades científicas, academia, asociaciones de pacientes, instituciones y el sector farmacéutico. Pero se trata de una estimación de inversión a la baja: el modelo “Más” supone un aumento en tres años de la población a recibir asistencia de entre el 15% y el 23%. Porcentajes basados en la prevalencia de usuarios tratados en el DSM según el Sistema de Información de Salud Mental del Ministerio de Salud, al que hay que sumar otro 5% de la población no declarada, igual a la población italiana que no accede a servicios de tratamiento. Por lo tanto, la cantidad adicional necesaria para satisfacer la necesidad de atención de salud mental en un sistema ideal podría potencialmente duplicarse.
Todas las prioridades
El informe parte de la reconstrucción de la trayectoria de los pacientes con trastornos mentales y gracias a un cuestionario presentado a los responsables médicos del DSM – cuyos resultados se integraron mediante una recopilación de datos de fuentes institucionales y públicas y el apoyo de expertos – pone énfasis en las áreas cruciales para abordar las brechas y relanzar las necesidades. Por lo tanto, están bajo el lente: el personal social y de salud; información, formación y diagnóstico precoz; tratamientos farmacológicos y de otro tipo; instalaciones dedicadas a la asistencia y cuidado; uso de la Salud Digital. El resultado es un panorama con amplios márgenes de mejora, no sólo en términos de recursos sino también en términos de organización de la asistencia.
Se necesitan mil millones para el personal
El del personal, como lo es para todo el Servicio Nacional de Salud, es el punto más doloroso en cuanto a número y competencias a recuperar: entre psiquiatras, psicólogos, enfermeros, agentes sociosanitarios, educadores, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación y Según los sociólogos, debería haber 37.962 operadores, mientras que hoy la asignación es de 25.791. Un déficit de más de 12.000 profesionales, de modo que para cubrir este déficit y hacer frente al aumento de pacientes, el informe “Más” estima un +47,2% de unidades de personal, con una inversión de 1.000 millones para el NHS.