Diez días después, el Papa Francisco fue dado de alta del Policlínico Gemelli de Roma, donde había sido hospitalizado el 7 de junio para una laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis. Al salir, en su silla de ruedas, fue recibido por una pequeña multitud de personas que lo aplaudieron y saludaron calurosamente. El Santo Padre apareció sereno y sonriente.
El Pontífice transmitió sus condolencias a Romano Prodi por la repentina desaparición de su esposa Flavia, cuyo funeral oficiará hoy el cardenal Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. En el mensaje al ex primer ministro escrito de su puño y letra, Francesco dice “seguro que después de más de 50 años de matrimonio podrás asumir el legado de fe y fortaleza de Flavia al seguir dando testimonio de la belleza de ese vínculo”. de amor que os ha mantenido unidos de la mano hasta vuestro último caminar juntos». En la carta, el Papa expresa su “cariño” y bendice a “los que lloran la desaparición de Flavia”.