Paneles solares en el techo y solidaridad con familias frágiles: el proyecto de energía renovable de dos escuelas milanesas


«No.no solo queremos producir cultura sino energía luminosa y social. Es por eso que queremos crear una comunidad energética en nuestra área «: Anna Teresa Ferri es la gerente de laIC Pizzigoni renovado de Milán, la escuela que sigue la método pedagógico de Giuseppina Pizzigoni basada en la observación de la realidad y el “aprender haciendo”. Una escuela ya incluida en la red Escuela Verde, con un rico programa de educación ambiental ya en marcha (está la granja educativa, la huerta, un proyecto en curso sobre la reducción de plástico y la recogida selectiva de residuos) ahora quiere dar un paso más en la educación ambiental y el ahorro energético.

Un flash mob de los estudiantes del IC Rinnovata Pizzigoni en Milán para la implementación de la agenda ONU 2030. La escuela tiene un plan para crear una comunidad energética.

«Pondremos paneles solares en el techo de la escuela primaria Dante Alighieri, del liceo superior Puecher y del liceo Bottoni, con quienes estamos en red», explica el directivo. «Deben servir no sólo para que las escuelas sean autosuficientes desde el punto de vista energético, sino también para muchas de las familias asociadas. Y eso no es suficiente. Los colegios tienen periodos en los que producen energía sin utilizarla, por ejemplo en verano, por la tarde o los fines de semana. Esto nos dará una buen margen de excedente para ser utilizado en el territorio, a favor de las familias frágiles. El plan de viabilidad ya está hecho, y tanto la oficina técnica municipal como el Politécnico de Milán ya han dado el visto bueno. Los objetivos son pues dos: el primero es el ahorro energético, la educación ambiental de los jóvenes; la segunda solidaridad”.

La huerta del IC Rinnovata Pizzigoni. La escuela se convertirá en una comunidad energética.

La comunidad energética nacerá con financiación

La idea nació de los docentes, ser proactivos en el área. Hace unos meses se constituyó la asociación “Hacia el campus de Ghisolfa”, ya que tanto el Rinnovata como el Bottoni están cerca del puente de Ghisolfa. De hecho, en el mismo cuadrilátero también hay algunos jardines de infancia: «En una sola cuadra tenemos un centro educativo para niños y jóvenes de 3 a 19 años«. Las asociaciones de vecinos -desde la Comunidad de Villapizzone hasta la Fundación Mondadori, pasando por Spazio Polline- están en línea: «Recogen las necesidades del territorio y actúan como caja de resonancia. Cuantas más asociaciones estén conectadas, mejor se podrá gestionar la intervención».

El objeto de la asociación es participar en convocatorias específicas para recaudar la financiación necesaria: «Cuando por fin tengamos los fondos va a nacer el CER, que es la comunidad de las energías renovables. En el espacio de un par de años pudimos lograr todo, también para mostrar a los estudiantes los resultados y beneficios concretos del proyecto. Serán los protagonistas de la realización de nuestro sueño».

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