Pagos, no más obligación Pos hasta 30 euros


Pagos, vuelve a cambiar. El primer texto escrito de la maniobra de 136 artículos aprobada por el Consejo de Ministros el lunes 21 de noviembre prevé dos importantes novedades: el aumento del techo para el uso de efectivo y las nuevas exenciones de la obligación Pos, además de las ya concedida en octubre en estancos.

Efectivo, el techo sube a 5 mil euros

La intervención sobre el efectivo es la octava en diez años, muestra de lo «sensible» que es este asunto en nuestro país. El pasado mes de febrero el decreto Milleproroghe, gracias a una enmienda aprobada en el Parlamento por el centro-derecha (incluida la Fdi), había congelado el límite de 2 mil euros un año más, aplazando a 2023 el decalage de mil euros previsto inicialmente por el Conte 2 Gobierno para 2022. Nada más asumir el Ejecutivo de Meloni se prometió la nueva dirección, ahora ratificada en la ley de presupuestos: a partir del 1 de enero el techo subirá a 5 mil euros. El incremento, fuertemente impugnado por la oposición, se incluyó inicialmente en el decreto de ayudas quater y luego se eliminó, por falta de los requisitos de necesidad y urgencia. Pero la Liga había asegurado que la ley entraría en juego. Y así fue.

Un país dependiente del efectivo

La primera ministra Giorgia Meloni ya ha defendido públicamente la decisión de elevar el umbral de los pagos en efectivo, justificándola con la necesidad de «parametrizar el techo de efectivo a la media europea». En nueve países, según la fotografía del Centro Europeo de Consumidores, no hay límites. Para los demás, va desde el umbral más alto de la historia (15.000 euros) en Croacia hasta el más estricto (500 euros) en Grecia. Como subrayó el Informe de 2022 de The European House – Ambrosetti, Italia ocupa el puesto 29 en el mundo por el impacto del efectivo en la economía y el 24 de los 27 países de la UE en el «Índice de la sociedad sin efectivo».

No más obligación Pos para minipagos

De nuevo en el sentido de facilitar el uso del efectivo, va la otra novedad introducida en la ley de presupuestos: para importes inferiores a 30 euros, ya no se exigirá a los comercios que acepten pagos con tarjetas de crédito y débito y se suspenderán las multas. La ley prevé que el Ministerio de Empresa y Made in Italy decida en un plazo de 180 días, por lo tanto, antes de junio, «los criterios de exclusión, con el fin de garantizar la proporcionalidad de la sanción y asegurar la economía de las transacciones en relación con los costes de la mismo ».

Sanciones suspendidas, la cinta rebobina

El mismo artículo de la maniobra establece que, en espera de la definición de los criterios de exclusión, “se suspenden los procedimientos y plazos para la adopción de las sanciones”. La obligación Pos para comerciantes y profesionales existe sobre el papel desde hace diez años (fue introducida por el decreto de crecimiento del gobierno de Monti en 2012) pero desde entonces ningún Ejecutivo ha logrado sacar adelante las multas a los morosos. Durante la era Draghi, la línea de meta parecía cruzada: el primer decreto Pnrr, aprobado en diciembre de 2021, había establecido que las sanciones entrarían en vigor a partir del 1 de enero de 2023, y el segundo decreto Pnrr, aprobado en abril, incluso había adelantado la fecha a 30 de junio de 2022. La multa debería haber sido de 30 euros, incrementada en un 4% del valor de la transacción para la cual se rechazó la aceptación del pago. Nada que hacer. Ahora rebobina la cinta. Nuevo gobierno, nuevo carrusel.



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