Un holandés de 36 años se arriesga a una fuerte sentencia de prisión porque llevó a su hijo a una fiesta rave ilegal en Brustem en abril y lo atraparon allí con más de 100 gramos de anfetaminas. “Eso fue por mi TDAH”, testificó el hombre, quien además agregó que había pedido ser arrestado fuera de la vista de su hijo, incluso ante el juzgado penal.
ttn-es-34