El británico había alquilado un barco con su familia y navegaba cerca de Limone, un pueblo en la orilla occidental del lago de Garda en Italia. El hombre notó como su hijo, que estaba nadando, se había metido en un lío y no dudó ni un segundo. Saltó al agua y logró empujar al adolescente de regreso al bote, donde su madre y su hermana de 5 años subieron al niño.
Sin embargo, cuando la madre de la familia se dio la vuelta, su esposo no estaba a la vista. Una búsqueda no ha encontrado nada hasta ahora.
Los rescatistas temen que el hombre haya muerto por un choque térmico. “Hacía mucho calor el viernes por la tarde, pero el agua estaba 10 grados más fría”, dijo la Guardia Costera.