«La introducción de restricciones adicionales respecto de las propuestas por la Comisión podría llevar a un resultado que no se ajuste plenamente a los objetivos de la reforma tal como se describen a partir de la Comunicación de la propia Comisión: es decir, una estructura caracterizada por la simplicidad. y un mayor equilibrio entre los objetivos de crecimiento económico, impulso de la transición ecológica y digital, así como la sostenibilidad de la deuda pública”. Así, el Ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti en audiencia ante las comisiones de Presupuesto de la Cámara y el Senado reunidas en Montecitorio.
«El gobierno – prosiguió – está dispuesto a buscar una solución, pero ésta no debe traducirse en un sistema excesivamente complejo y potencialmente contradictorio. Italia – aseguró Giorgetti – pretende reducir la deuda de forma realista, gradual y sostenible en el tiempo, en una estructura que proteja y fomente las inversiones. En conclusión, creo que las normas fiscales y presupuestarias no son el fin sino el medio. Seremos coherentes con este enfoque».
Normas demasiado estrictas obstaculizan el crecimiento
«No debemos olvidar recordar – afirmó Giorgetti – que las necesidades de consolidación deben ser compatibles con la intención de promover un crecimiento sostenible y duradero de la economía, que podría verse obstaculizado por restricciones excesivas y normas demasiado estrictas».
Para una reforma de facto se necesita una votación unánime
Giorgetti recordó que el procedimiento de adopción de estas propuestas por parte del Consejo de la UE para la reforma del Pacto de Estabilidad «requiere unanimidad en lo que respecta al brazo correctivo y una mayoría cualificada para el preventivo». Sin embargo, como no es posible imaginar la revisión de uno sin la del otro, en realidad se requiere la unanimidad entre los Estados miembros.»
Ajuste mínimo del 0,5% del PIB
El Ministro de Economía explicó que «el ajuste presupuestario mínimo exigido a los Estados miembros con déficits superiores al 3 por ciento del PIB será igual al 0,5 por ciento del PIB, en términos estructurales, hasta que el exceso de déficit no sea absorbido. Los Planes – añadió – constituirán objeto de vigilancia económica, que seguirá siendo llevada a cabo por la Comisión y el Consejo en el marco del Semestre Europeo. La supervisión, que se basará en los informes sobre la marcha de los planes nacionales presentados anualmente por los Estados miembros, evaluará la congruencia de la tendencia del «gasto primario neto» real con los planes aprobados. Las desviaciones del agregado de referencia respecto a los planes acordados se registrarán en una cuenta de control específica».