Overtourism, hipótesis de número limitado para la Fontana di Trevi: 2 euros por 30 minutos


Demasiada gente, demasiada gente junta y mucha gente acampando allí. Roma se prepara para afrontar el Jubileo de 2025 protegiendo uno de sus monumentos más famosos y frecuentados (entre 8.000 y 12.000 personas al día): el Campidoglio trabaja en la posibilidad de limitar el acceso a la Fontana de Trevi. Para llegar al «cuenco» escalonado real necesitarás una reserva nominal y tendrás que pagar un billete de dos euros por una visita de treinta minutos. El número limitado sólo se aplicará a los turistas, mientras que no habrá restricciones para los residentes. Una medida para contener el turismo de masas que sigue la línea ya adoptada por Venecia, donde se ha adoptado de forma experimental la entrada paga.

«Demasiada concentración de visitantes»

El concejal de Turismo y Grandes Eventos de Roma capital había hablado anteriormente de una limitación en el acceso a la más famosa de las fuentes romanas. Alessandro Onorato. En los últimos meses, el concejal ha llevado a cabo inspecciones y ha podido comprobar, sobre todo en los meses de verano en los que el turismo en Roma registró cifras cada vez mayores (1.623.000 visitantes el 15 de agosto, +5,86%), una masificación de visitantes. Así se ha acelerado la idea de la Fontana di Trevi con un número limitado de personas. Onorato habló al respecto con el alcalde Roberto Gualtieri quien está de acuerdo: «Estamos pensando en la hipótesis de abrir la Fontana de Trevi a los visitantes con reserva y con un número limitado de visitantes, una hipótesis muy concreta que hemos decidido estudiar e investigar más a fondo porque la situación se está volviendo técnicamente muy difícil de administrar. Los agentes de la policía local también nos dicen siempre: hay una concentración de gente que dificulta el buen uso del monumento y suele ser también un motivo de degradación», afirmó el alcalde.

Onorato: 2 euros por una experiencia de media hora.

En Instagram, el concejal de Turismo de Roma capital dio más detalles: «Debemos conseguir que el turismo sea más compatible con la vida de los romanos y que sea más digno y capaz de integrarse en la vida cotidiana de nuestra ciudad. Una de ellas, que por el momento es una idea, pero que estamos pensando en cómo hacerla operativa, es cerrar y limitar las entradas a uno de los monumentos más bellos del mundo. Queremos hacer de la visita a la Fontana de Trevi una verdadera experiencia, y no un caótico choque de hombros entre un turista y otro para buscar el mejor ángulo para el selfie». ¿Cómo funcionará? «Una reserva electrónica, gratuita para los romanos, un billete simbólico de 2 euros. El dinero se reinvierte para crear puestos de trabajo, porque en ese momento invertiremos en azafatas y azafatas que podrían regular la entrada y salida, tal vez por un espacio de 30 minutos».

Modelo a replicar

Las soluciones técnicas deben ser estudiadas y discutidas en las mesas técnicas en las que participarán los numerosos interesados, empezando por la Superintendencia Capitolina. Si el modelo funciona, podría replicarse en otros lugares de la ciudad.

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Santanchè favorable

La idea de adoptar una fórmula ya probada en el Panteón (donde la entrada de pago se introdujo el 1 de julio de 2023 por decisión del Ministerio de Cultura y que el año pasado registró más de 5 millones de visitantes) gusta a la ministra de Turismo Daniela Santanchè : «Necesitamos convertir nuestra riqueza en ingresos, por eso está bien cobrar y crear un mecanismo de reservas, y no un número limitado, para regular los flujos y dar mejores y sostenibles servicios a los turistas». Pero es importante que el Municipio «tenga la capacidad de garantizar los controles necesarios y el cumplimiento de las normas».



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