Ouch LeBron: la lesión parece grave: varias semanas de baja

El campeón se lesionó el pie derecho ante Dallas. Sin él, el final de temporada comprometido para los Lakers, ahora todo sobre los hombros de Anthony Davis

LeBron está fuera por una lesión. De nuevo, y en el momento menos oportuno, el crucial del sprint final de la liga regular. Los Lakers y su afición están conteniendo la respiración: James se lesionó durante el último partido disputado, ante Dallas. Solo, pie derecho. En el tercer cuarto, pues, cerró el partido anotando 11 puntos, cruciales en la victoria sobre los Texans, en el último tiempo del partido. Así que parecía sólo un susto. Y en cambio…

Fuera de accion

Y en cambio las voces de los bien informados hablan de una probable ausencia de algunas semanas. Lo que significa todo y nada en términos de tiempos de retorno. Pero eso significa al menos que la lesión no es menor. Y que la temporada de Los Ángeles ahora pende de un hilo. Los Lakers tienen un récord de 29-32, apenas 12 en el Oeste. Quedan solo 21 partidos para el final de la temporada regular y haría falta un acelerón para conquistar directamente los playoffs (llegar entre los seis primeros de la Conferencia Oeste) o al menos el play-in, su antesala, acabar entre los primeros 10. Sin embargo, ahora la situación se complica. Ahora mismo que el amarillo-violeta, gracias a los refuerzos del mercado de invierno, parecía empezar a engranar, recién llegado de tres éxitos consecutivos. Pero sin el fenómeno, el hombre se libera, cambia, o cambiaría, todo.

La importancia de LeBron

James no jugará esta noche contra Memphis. Y esperan diagnósticos y pronósticos más precisos, pero los californianos no pueden pedirle a un hombre de 38 años que siga adelante en términos de tiempo de recuperación, que haga milagros. Pero sin él esta temporada son récords de 5-9, y en general 36-62 desde su llegada a Los Ángeles cuando tuvieron que prescindir del Rey. En resumen, estoy en problemas. Más aún en el futuro inmediato, porque contra los Grizzlies D’Angelo Russell también corre el riesgo de perderse, luchando con un esguince en el tobillo derecho. Dependerá de Anthony Davis llevar el equipo sobre sus hombros y en cuanto a personalidad, antes incluso que nivel de juego o rendimiento, siempre ha luchado por actuar como un hombre franquicia. Le echarán una mano los diversos Beasley, Vanderbilt, Bamba y precisamente Russell, que debería volver pronto y que reemplazó a los salientes Westbrook y Bryant al final del mercado de cambios. Pero cada juego cuenta el doble ahora. Y los Lakers están a la fuga, obligados a esforzarse mucho para extender su temporada. Y por eso perder su faro, en el césped y en el vestuario, no es poca paliza técnica y moral. Están a la espera de la respuesta médica oficial, con la esperanza de limitar los daños. Pero ya saben que tendrán que valerse por sí mismos por un tiempo. Y va a ser jodidamente complicado.



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