En los últimos años, el OD NZKG ha impuesto a Tata numerosas multas coercitivas porque la fábrica de gas de coque 2 (KGF2) emitía el llamado “coque crudo”, que libera sustancias tóxicas. El servicio también está investigando las posibilidades de revocar el permiso KGF2. Esto requiere todo tipo de medidas según la Ley de Medio Ambiente. La primera es la intención de dar aviso.
El servicio medioambiental lleva a cabo la supervisión y el control en nombre de la provincia de Holanda Septentrional. El consejo ejecutivo provincial apoya la decisión de la agencia. “Se trata de una investigación jurídicamente compleja”, afirma el diputado Jeroen Olthof (Medio ambiente y condiciones de vida saludables). “También es importante actuar con cautela en la fase final de la investigación, tanto en interés de la empresa y sus empleados como de los residentes locales y su salud”.