La policía holandesa y alemana incautó una gran cantidad de fuegos artificiales ilegales por segunda vez este año. El martes se encontraron alrededor de 250.000 kilos de fuegos artificiales ilegales en un búnker a unos 20 kilómetros al otro lado de la frontera alemana cerca de Enschede. Los pesados fuegos artificiales estaban destinados al mercado holandés. Además de los dos vendedores que ahora han sido detenidos, la policía también da caza a un centenar de compradores.
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