Orban, el omnipresente, se salta el gran partido para donar células madre

Siempre presente. De principio a fin. Pero ahora hay cosas más importantes que hacer. Willi Orban es uno de los futbolistas más importantes del Leipzig. Jugó en los 29 partidos de su equipo esta temporada. Siempre desde el primer minuto. En 28 casos de 29 hasta el minuto 90. El próximo sábado, sin embargo, no estará presente en el desafío de la cumbre con Union Berlin. Tiene un compromiso social: tiene que donar células madre a un desconocido. Tiene que salvar una vida.

Historia

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El defensa del Leipzig de 30 años se registró en 2017 en el DKMS, el centro de donantes más grande del mundo con sede en Alemania, en Tübingen. Ahora Orban ha sido identificado como un donante adecuado e ideal para una persona (desconocida para él) con leucemia. Luego donará sus propias células madre. Para prepararse para la eliminación de las células, Orban ha estado recibiendo inyecciones especiales desde el sábado por la noche que aseguran una mayor producción de células. Para seguir el proceso de donación, está en reposo desde el domingo, evitando entrenar con el equipo. Ahora está en Dresden, donde se someterá a un análisis de sangre el miércoles. Podrá volver a Leipzig el jueves por la mañana, pero los médicos le desaconsejan practicar deporte durante 10 días. Este se perdería al menos el partido del próximo sábado ante Unión. El de los berlineses (segundos en la clasificación) por el Leipzig (cuarto) es un auténtico choque en lo más alto.

La reacción

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“Por supuesto, inicialmente me sorprendió cuando recibí la información de que era elegible como donante”, dijo Orban. Pero nunca he tenido dudas, quiero donar”. El defensa del Leipzig ha querido concienciar sobre el tema hablando con Bild. “Esta es una oportunidad de salvar una vida humana con el mínimo esfuerzo, no hay vuelta atrás. Realmente espero que mi donación pueda ayudar al destinatario a recuperarse por completo”. Una vez realizada la operación, evaluará cuánto tiempo permanecer inmóvil. Normalmente está acostumbrado a estar allí. Siempre. De principio a fin. Pero esta vez el campo pasa a un segundo plano.