Operación remontada, las elecciones de Allegri y las dudas para el asalto al Nápoles

Viernes el partido contra Maradona con Di María y Chiesa ausentes durante mucho tiempo en los últimos meses: el entrenador evalúa si usarlos juntos desde el inicio o alternarlos

La Juventus exhibirá el primer «golpe» real de enero también en el Maradona. Uno es campeón sudamericano y mundial, el otro es campeón europeo. Todavía no será el equipo previsto en verano, en el mercado de fichajes, pero a la espera de Pogba (cero minutos en la temporada) y el resto de lesionados (Vlahovic, Cuadrado, Bonucci, De Sciglio), los bianconeri acudirán a Nápoles el viernes con Angel Di Maria y Frederick Church. Para Fideo y su hijo en el arte no es el debut absoluto, pero en cierto modo es un poco como lo fue. Massimiliano Allegri logró escalar en la clasificación, del octavo al segundo lugar en 85 días y con la Copa del Mundo de por medio, pero hasta ahora ha podido utilizar poco o nada la inmensa clase del exjugador del Paris Saint Germain y la potencia de el azul. Di María se detuvo en la portería en su debut en agosto ante el Sassuolo y en los destellos de campeones mostrados entre una lesión muscular y otra: apenas 11 partidos entre el campeonato y las Copas, 457 minutos en total. Chiesa, que se recupera de una grave lesión en los ligamentos de la rodilla hace doce meses (9 de enero de 2022), está encontrando su mejor forma a través del rendimiento. Tras los tres clips antes del descanso para Qatar, aquí van las ideas alentadoras del Cremona y la asistencia al gol de Danilo ante el Udinese (5 partidos del ex viola, 122 minutos en total entre liga y copa). Una jugada, aquella con la que el brasileño sirvió a puerta vacía (parada con el pecho y toque inmediato en el centro del área), que valió el precio de los 40 mil entradas del Allianz Stadium al menos tanto como algunos de los magia del visionario Di María.

Los primeros «tiros»

En Maradona, en el estadio que lleva el nombre del gran Diego, Allegri partirá desde sus dos «spaccaNapoli» para intentar dar un golpe fuerte a la carrera por el Scudetto. No será decisivo, y probablemente lo sea, dado que todavía quedan demasiados partidos y demasiados puntos de aquí a junio, pero sin duda es una gran oportunidad para los bianconeri. Danilo y sus compañeros recuperaron 3 puntos ante Napoli, 5 contra Inter y 7 contra Milan gracias a sus últimas 8 victorias consecutivas, todas ganadas sin encajar goles. Dejar a Maradona con un triunfo significaría completar la «fase 1» de la remontada habiendo reducido a más de la mitad la distancia con los líderes: los 10 puntos de octubre ahora son 7 y en caso de triunfo de la Juventus pasarían a ser 4. El campeonato, en ese punto, sería mucho más que reabierto.

El plan en estudio

Allegri es pragmático y no se aventura en tales pensamientos. «Tenemos que mantener un perfil bajo», ha estado repitiendo durante días. Más que pensar en cómo cambiaría la clasificación en caso de victoria, el «Conde Max» está estudiando cómo jugar el partido directo. Del once inicial a los cambios, cada vez más decisivos en las últimas salidas, a la mejor inserción posible de Di María y Chiesa. La decisión final se tomará in extremis, probablemente después de los toques finales del jueves en el Continassa, pero la sensación es que Allegri no dejará caer inmediatamente sus dos ases sobre la mesa. Di María podría comenzar como propietario, junto con Moise Kean o el ex Napoli Arkadiusz Milik. Mientras que Chiesa pudo partir el partido en la segunda mitad con sus lágrimas, quizás comenzando desviado en el 3-5-1-1 como en las dos últimas salidas. Todo (o casi) dependerá del estado de los directamente implicados (Di María, ante los friulanos, se fue con calambres en el segundo tiempo al 4′ de convivencia con Chiesa) y del tipo de partido que imagine Allegri. No se puede descartar a priori el uso simultáneo del campeón del mundo y el campeón de Europa, aunque en ese caso Count Max tendría un cambio de peso menos para gastar en la segunda mitad. Dudas nunca tan benditas después de meses de elecciones muchas veces forzadas e impuestas por la enfermería.

La flexibilidad de la fe

Massimiliano Allegri disfruta del crecimiento de Chiesa, su mezcla de técnica y lágrimas y la habilidad del exjugador de la Fiorentina para poder marcar la diferencia en diferentes formas y posiciones. Un poco como segundo delantero, según las actuaciones previas a la Copa del Mundo, pero cada vez más quinto en el centro del campo ofensivo en la formación 3-5-1-1 del punto de inflexión de otoño. Federico se lanzó por la derecha contra el Cremonese, haciendo que el sistema de alarma de Grigiorossi cayera en picada varias veces, mientras que contra el Udinese dio la asistencia decisiva a Danilo desde la izquierda. Sin olvidar la opción de poder desplegarlo como extremo en caso de cambio en la carrera a 4-3-3 o 4-4-2.



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