El juez consideró probado que los agentes dispararon a diecinueve personas en 2021 en la localidad de Camargo, en el norteño estado de Tamaulipas, en la frontera de México con Estados Unidos. Luego prendieron fuego a sus cuerpos y mintieron sobre su participación. La mayoría de las víctimas eran ciudadanos de Guatemala.
La masacre de Camargo fue una de las peores matanzas de migrantes en México en los últimos años. La diferencia con otros asesinatos en masa es que esta vez los perpetradores fueron policías, destaca El País, que también mintieron a las autoridades. Una de esas mentiras fue que los cuerpos ya estaban quemados cuando los encontraron. El juez los declaró culpables de asesinato, abuso de poder y delitos en el ejercicio de funciones administrativas. La sentencia aún no se ha pronunciado.
Las mentiras de los condenados quedaron al descubierto con las declaraciones de otro policía, Ismael Vázquez, quien participó en el operativo que acabó con la vida de los migrantes. Al principio estuvo de acuerdo con el relato de sus compañeros, hasta que cambió de opinión y dijo a las autoridades que no era cierto que se hubieran encontrado los cadáveres: habían sido sus compañeros quienes los habían asesinado y quemado.