Onana se redime de Salerno con una loca atajada en el último segundo: "¡Nunca tengas miedo!"

El camerunés glacial en las intervenciones sobre Rafa Silva y Gonçalo Ramos. Las críticas del viernes ya son cosa del pasado: «Ahora pensemos en Monza y en volver al campeonato»

Bastoni acabó en portada, autor de la espectacular asistencia para el 1-0, Barella, que se soltó tras más de 5 meses de ayuno, Lukaku autor del 2-0 y Dumfries, que cobró un penalti por doblar y salvó un meta. Incluso André Onana, sin embargo, jugó un papel decisivo en la hazaña de Da Luz. Porque en la primera parte repelió un golpe de Rafa Silva y en el último segundo del tiempo añadido neutralizó la diagonal venenosa de Gonçalo Ramos. “Yo siempre digo que no hay que tener miedo -explicaba el camerunés al final del partido- y se lo repetí a mis compañeros. Estoy contento por lo que hizo el equipo: sufrimos ante un gran rival, pero nos mereciamos el exito Ahora, sin embargo, no debemos pensar que ya estamos en semifinales, sino concentrarnos en el campeonato donde debemos recuperar puntos.Sera un partido importante contra Monza y responderemos en este momento. » Para Onana también fue una revancha porque el sábado pasado en el Arechi había sido culpable del gol de Candreva, ese centro fallado por el exnerazzurro que le había pasado burlonamente. Al Da Luz no tembló, sino que le dio seguridad al equipo con sus atajadas. En una noche de corazones fuertes, el africano no tembló. Ni él ni el Inter. “El corazón y la mente fueron esenciales para nuestra victoria”, cerró con una sonrisa.



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