En la final por la medalla de oro los alemanes de hockey sufrieron una dura y estrecha derrota. Pero una vez finalizado el partido, las emociones se disparan. Causa: Una provocación.
Cuando Duco Telgenkamp recibió su medalla de oro, fuertes abucheos resonaron en el Stade Yves-du-Manoir, en el noroeste de París. El holandés es campeón olímpico de hockey y, tras su ataque contra los derrotados alemanes, es el hombre del saco. “Este es el comportamiento más antideportivo que he visto en mi vida por parte de un ganador”, dijo el jugador nacional Niklas Wellens.
¿Qué había pasado? En la tanda de penaltis, la Oranje venció al campeón del mundo alemán por 3-1 (1-1, 0-0), y Telgenkamp perdió los nervios inmediatamente después del final. Wellens contó la situación: “Está pasando por el mejor momento de su vida, ganando el oro en los Juegos Olímpicos y corriendo hacia nuestro portero, que está tirado en el suelo llorando, se arrodilla y hace el silenciador”.
Con el dedo índice sobre la boca, el holandés se había colocado delante de Jean-Paul Danneberg. Wellens luego se peleó con varios holandeses. Imágenes de televisión mostraron a Wellens siendo agarrado por el cuello por un holandés. Antes de la final entre sus grandes rivales, Danneberg afirmó que “los holandeses están realmente asustados”.
“Creo que es un poco cuestionable. Si ganas el oro, iría con mis muchachos y lo celebraría”, dijo el compañero de equipo de Wellen, Tom Grambusch. “Hubo uno o dos comentarios antes que no estaban mal, que formaban parte de esto. Es desagradable que haya resultado así”. Al parecer, los alemanes no tienen ningún interés en una conversación aclaratoria con los holandeses: “Eso se acabará”, continuó Grambusch.