El oficio de carnicero de aceite se ha añadido a la lista del patrimonio inmaterial holandés. La petición de la iniciadora Marja Schetsberg del molino de harina y aceite Woldzigt en Roderwolde ha sido atendida por el Centro de Conocimiento del Patrimonio Inmaterial de los Países Bajos.
“Por supuesto que estamos contentos”, afirma Schetsberg, que con la solicitud recibió ayuda de Noordmolen Twickel y Oliemolen Eerbeek. “La semana pasada pude decir finalmente que hemos sido admitidos. Es un reconocimiento al oficio”.
En Drenthe quedan dos molinos de aceite. Además de Woldzigt en Roderwolde, también está De Wachter en Zuidlaren. En los Países Bajos hay en total 19 almazaras.
Según Schetsberg, el premio significa que ahora queda mucho trabajo por hacer. “Debemos asegurarnos de que sigan involucrados suficientes voluntarios en el oficio. Y también de que los jóvenes entren en contacto con la minería del petróleo”.
“Ahora tenemos que trabajar en el futuro. La solicitud la hicimos principalmente nosotros tres, pero ahora vamos a involucrar a más partes”.
En primer lugar, Schetsberg pondrá por escrito un plan de acción para promover el oficio de carnicero aceitero. En los próximos meses quiere reflexionar sobre este reconocimiento en la fábrica de Roderwolde, donde forma parte de la junta directiva.
El carnicero de aceite Mans Harms dijo anteriormente a RTV Drenthe que le resulta único trabajar en la fábrica de Roderwolde. “La tecnología es muy simple y existe desde hace cientos de años. La historia cultural y la tecnología se unen aquí y si tienes algún sentimiento al respecto, entonces estarás vendido”.
En el siguiente vídeo, Harms muestra cómo se ve el impacto del petróleo.