Números de IVA, el velocímetro de la evasión fiscal está listo para evitar controles selectivos


El juego Concordat cobra vida. Como anunció a mediados de verano, Sogei está dispuesta a soltar el velocímetro del riesgo de evasión para hacer que los números del IVA se incorporen al convenio bienal con acreedores (Cpb) con vistas a la fecha límite del 31 de octubre. En el cajón de impuestos de 2,7 millones de empresas, autónomos y empresas afectadas por declaraciones fiscales (ISA), debuta el indicador del grado de fidelidad fiscal, como se mencionó el 20 de septiembre, para convencer a los indecisos de aceptar la propuesta del impuesto sobre la renta. bienal propuesto para 2024 y 2025. Gracias al trabajo conjunto entre el socio tecnológico Sogei (liderado por el CEO Cristiano Cannarsa), la Agencia Tributaria y otros componentes de la administración financiera, hay una coincidencia en el cajón de impuestos de los contribuyentes directamente afectados del propio nivel de fiabilidad en términos de ingresos declarados. Un trabajo que está directamente vinculado a la posibilidad de identificar a través de listas selectivas a los contribuyentes menos fiables que no se sumarán al acuerdo, como recordó el viceministro de Economía Maurizio Leo en la entrevista durante el Especial Telefisco del 19 de septiembre.

Cómo funciona el velocímetro

El velocímetro de escape está dividido en tres colores diferentes: rojo para los grados de cero a seis, amarillo de seis a ocho y verde de ocho a diez. Pero no sólo eso, porque deja claro a quienes entran en el ámbito del sistema de recompensas (a partir de ocho) las posibles ventajas que se pueden conseguir en términos de reducción de obligaciones (garantías de devolución) o plazos para determinados tipos de cheques. A esto se suma un refuerzo de la persuasión moral hacia quienes presentan un mayor riesgo de infidelidad: en una hoja en pdf, la Agencia Tributaria ilustra las ventajas que ofrece el acuerdo, así como la invitación a subsanar las anomalías detectadas.

Transparencia entre autoridades tributarias y contribuyentes

De hecho es un juego de cartas abierto. La Agencia Tributaria informa a los contribuyentes si se consideran fiables o no en función de la nota obtenida en las últimas boletas de calificaciones fiscales elaboradas. El mecanismo tiene en cuenta, de hecho, a quienes enviaron la declaración de 2024 (ejercicio fiscal 2023) y a quienes ya aceptaron el resultado propuesto por el convenio con los acreedores, tomando así el camino virtuoso que conduce progresivamente a un diez en el boletín de calificaciones. al finalizar el período de dos años del acuerdo previo con la administración financiera.

Los recursos del concordato

Como reiteró el propio viceministro Leo, el acuerdo con los acreedores es una oportunidad para sacar a relucir ingresos y, por tanto, impuestos que puedan contribuir a mejorar los equilibrios de las finanzas públicas y así desviarse hacia nuevas intervenciones para reducir la carga fiscal: desde una perspectiva de maniobra, Lo que está en juego no es sólo la confirmación de los tres tipos del IRPEF sino también un posible recorte del segundo tipo del 35% al ​​33% con una ampliación del tramo de referencia de los actuales 50.000 a 60.000 euros. Sin embargo, estas medidas son caras: de 2.500 a 4.000 millones, según dónde se sitúe el nivel de intervención. Por este motivo, el acuerdo puede garantizar, al menos durante un período de dos años, una previsión estable de la recaudación procedente de la autoliquidación de números de IVA.

Las listas selectivas

Para aquellos que no se adhieran, sin embargo, la elección no quedará sin efectos. Una calificación de mala fidelidad fiscal indicada en el velocímetro, y que no ha sido corregida, podría de hecho dar lugar a una especie de estatus de “observación especial”. No hay evaluación directa, también porque detrás de una calificación negativa en las declaraciones fiscales no siempre hay evasión pero puede haber una tendencia negativa en la actividad económica realizada. Pero el cruce de datos, o como se define ahora la “interoperabilidad de las bases de datos” mediante la aplicación de la delegación, podría permitir definir de manera específica listas de contribuyentes en riesgo de evasión, sobre las cuales la Agencia Tributaria y la Agencia Tributaria La Policía Financiera centrará su atención en saber si realmente existen ingresos ocultos y por tanto impuestos impagos.



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