Nueva ralentización de la producción industrial: -1,4% en mayo, aún incertidumbres sobre el futuro


La producción industrial italiana continúa sufriendo y el período negativo continuará durante la segunda mitad del año. De hecho, se estima un descenso del -1,4% en mayo, tras el retroceso de abril. En el segundo trimestre de 2022 se produciría así una contracción ya adquirida del -0,6% en la producción industrial, debido en particular al alza de los costes energéticos y a las dificultades de suministro, exacerbadas por las operaciones militares rusas en Ucrania. La estimación está contenida en la nueva encuesta rápida de la Centro de Estudios Confindustria que advierte: «La prolongación de la fase de incertidumbre debida al conflicto contribuye a que las condiciones de la industria italiana sigan siendo extremadamente débiles y muy sensibles a la volatilidad de las tendencias económicas».

Nuevo descenso en mayo tras el de abril

Las encuestas cualitativas (ISTAT e IHS-Markit) – explica la nueva encuesta – continúan destacando temores sobre la persistencia de los factores que ralentizan la actividad productiva de las empresas. El Centro de Estudios Confindustria informa, por tanto, de una caída del -1,4% de la producción industrial en mayo, tras la caída del -1% de abril. En el segundo trimestre de este año, por tanto, la variación adquirida en la producción industrial sería del -0,6% respecto al primer trimestre, que ya había registrado un descenso del -0,9% respecto al trimestre anterior. La nueva caída prevista para mayo, sumada a la caída de los pedidos, en abril del -0,3% y en mayo del -0,1%, compromete por tanto -según la nueva encuesta rápida- las expectativas para el 2º trimestre.

La fase negativa continúa también en el segundo trimestre

El nivel sin cambios en marzo – continúa el Centro de Estudios Confindustria – sorprendió porque todos los indicadores cualitativos, y la propia encuesta CSC sugerían una caída, lo que habría empujado a confirmar la tendencia negativa del PIB en el primer trimestre. En el segundo trimestre se espera que continúe la fase negativa de la producción industrial: las actividades industriales, aunque de forma diferenciada por sectores, se ven afectadas por la sucesión de los precios de la energía y, en consecuencia, por la persistente subida de los costes de producción. Esto contribuye a que la tendencia de la producción industrial sea extremadamente volátil. Los indicios de las distintas encuestas de los últimos meses arrojan, por tanto, un panorama negativo.

La confianza empresarial cae desde hace seis meses

El deterioro del clima de confianza de las empresas manufactureras (de 109,9 a 109,3 en mayo, descenso por sexto mes consecutivo) y el empeoramiento de las opiniones sobre los pedidos y los niveles de producción (reduciendo paulatinamente respectivamente desde diciembre y enero) afectan negativamente a la actividad productiva de las empresas y sus expectativas futuras. De hecho, los porcentajes de empresas que consideran la insuficiencia de plantas y/o materiales como el principal obstáculo para la producción siguen siendo elevados, a lo que se suma la escasez de mano de obra calificada y ahora también las limitaciones financieras (valores vueltos casi a los niveles del segundo trimestre de 2020) también debido a la subida de tipos del BCE ampliamente anunciada. El pesimismo de los empresarios viene acompañado de la fuerte ralentización de las pymes manufactureras en mayo (del 54,5 al 51,9)



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