“El Caso Molucas sigue vivo conmigo, al igual que con mi padre (Noes Solisa, quien actuó como vocero de las acciones de rehenes Molucas, ed.). Este caso consta de dos pistas importantes. La primera tiene que ver con nuestra patria y el hecho de que el sur de las Molucas es un área ocupada hasta el día de hoy, donde ha comenzado la descolonización, pero nunca se ha completado por completo.
La segunda pista es la historia de la comunidad de las Molucas en los Países Bajos. En particular, se trata de cómo se produjo el cruce aquí y cómo se trató a la primera generación de moluqueños.
Ideológicamente, no ha cambiado mucho y veo que los jóvenes todavía están tratando de defender estos dos temas de muchas maneras. A través de las expresiones culturales y artísticas, se puede ver que el negocio de las Molucas ciertamente sigue vivo. Los sentimientos sobre cómo se ha tratado a nuestra gente en el pasado todavía están en las generaciones más jóvenes.
Esos sentimientos son menos intensos. Por ejemplo, yo no crecí en el antiguo Campamento Westerbork como mi padre. Si miras hacia atrás en las imágenes de esa época, ves que allí se estaba muy mal. Mi generación creció en casas modernas. Creo que eso hace que los recuerdos de esa época anterior sean más importantes.
Lo que todavía me molesta es que los Países Bajos nunca hayan elaborado completamente el proyecto de ley colonial. Creo que Holanda tiene muchos problemas con su pasado colonial, pero hay que darle un cierto lugar en la sociedad para que podamos superarlo juntos. Por ejemplo, empezar pagando todas las pensiones de los soldados del KNIL, que nunca tuvieron.
Acciones como el secuestro del tren surgieron de la frustración por esto y creo que deberías ver esos eventos en el espíritu de los tiempos. Los Países Bajos hacen lo mismo cuando se trata de la historia colonial. Más de diez mil personas fueron asesinadas en las Islas Banda en el siglo XVII.
Al mismo tiempo, se espera que la comunidad de las Molucas condene las acciones del pasado a través de la lente de hoy. Yo mismo no tengo los sentimientos de esa época. Vengo de una época muy diferente.
En muchos lugares veo que los jóvenes cada vez más quieren comprometerse con la comunidad. Y luego estoy hablando de los Molucanos de tercera y cuarta generación, del grupo de edad de 20 a 45 años. Gracias a este impulso, conmemoraciones como la de hoy cobran un nuevo impulso. Los jóvenes juegan un papel importante, por ejemplo, con un rap.
Yo mismo contribuyo al equipo de comunicaciones del gobierno de RMS en el exilio. Intentamos transmitir el sonido del movimiento independentista lo mejor que podemos a través de canales contemporáneos como Instagram y Facebook.
Además, participo en el grupo de iniciativa ‘No es mi llegada’, que se creó en respuesta a la conmemoración prevista del cruce de las Molucas a los Países Bajos. Creemos que se debe hacer más por la comunidad de las Molucas durante tal conmemoración, no solo acciones simbólicas sino también hechos.
Actualmente estamos tratando de reunir más a los habitantes de las Molucas de todo el país. Solías tener juntas vecinales por todos lados y estábamos bien organizados. Estamos tratando de reavivar eso”.