Hay que vender antes de presentar una propuesta real a Paulo. Mientras tanto, hoy Marotta espera la respuesta de Iván: hay un cauto optimismo
A fuego lento, sin prisas, conscientes de la mutua satisfacción. Entre Paulo Dybala e Inter existe una promesa tácita de matrimonio en vigor: nada por escrito, nada que vincule formalmente a una u otra parte. Además, como las cosas han estado claras durante algún tiempo, no hay necesidad de ponerlas en blanco y negro, al menos no todavía. Ayer entre el club y el entorno del jugador hubo un nuevo contacto: nada nuevo, solo una actualización de la situación actual, con el Inter aún sin poder comprometerse con una oferta oficial debido a los diversos problemas relacionados con las salidas de otros jugadores aún pendientes. Se arreglará, pero que ya han mostrado el proyecto de contrato: contrato de tres años de 6 millones más una bonificación. Básicamente, ayer la dirección reiteró su deseo de confiarle a Dybala el nuevo proyecto técnico, para convertir a Joya en la cara del Inter que tendrá que volver a la caza del campeonato. Paulo gusta mucho a todo el mundo, desde el presidente Zhang a Simone Inzaghi, pasando por Marotta (su primer hincha desde la Juve), Ausilio y Baccin, para cerrar con el vicepresidente Zanetti, que lo mimó el lunes por la noche en el vientre del Meazza, al margen. del partido solidario organizado por Samuel Eto’o.
Dybala se siente halagado por la cancha nerazzurra y no tiene prisa por definir de cerca su futuro. Evidentemente esperará noticias y seguirá dando vueltas, a la espera de que llegue la propuesta oficial del club nerazzurro. Ahora está centrado en la selección y en los próximos partidos de prestigio ante Italia y Brasil, luego, antes de irse de vacaciones, hará el último punto con los agentes, que seguirán en contacto con el Inter, que planea asentarse. las demás situaciones que frenan el empuje para Joya. Mientras tanto, quizás Paulo haya tenido la oportunidad de hablar con Lautaro sobre el futuro cercano, sobre los objetivos que ambos podrían perseguir e intentar alcanzar juntos en Milán, y no solo con la camiseta de la Selección.
El expediente del tema Dybala será reabierto por el Inter en los próximos días, pues hoy toda la atención estará dirigida a Iván Perisic. Salvo sorpresas, el extremo croata debería dar respuesta al club en la jornada sobre la última propuesta de renovación presentada a principios de semana: dos años por valor de 5 millones netos por temporada más una bonificación, con opción al tercero. El juego todavía está abierto, incluso si, a diferencia de la semana pasada, ahora hay un optimismo cauteloso en torno a Viale della Liberazione. Eso sí, en los días posteriores a la victoria de la Copa de Italia, la cuestión se había enredado bastante, tras el amargo exabrupto de Perisic y la inclusión de la Juventus en la carrera al margen del contrato por expirar. Pero con un poco de diplomacia, el Inter vuelve ahora a la carrera por la renovación y espera poder cerrar el asunto lo antes posible, garantizando así a Inzaghi la confirmación de uno de los mejores jugadores de la última temporada. Durante mucho tiempo Perisic ha sido el arma extra del Inter: asistencias, goles, arrebatos continuos y una actuación siempre a la altura de las circunstancias. Iván ha tenido una de las mejores temporadas desde que llegó a Milán en 2015, lo que confirma que se ha convertido en uno de los mejores extremos de toda Europa. De ahí la tensión con el Inter: “No esperas el último momento para hablar con jugadores importantes”, dijo con orgullo Perisic en Roma tras ganar la Copa de Italia. Un arrebato comprensible, como las ganas del Inter de avanzar juntos: el abrazo de San Siro tras la última jornada, con el croata volviendo al campo en muletas (estará 30-40 días de baja), podría haber roto el corazón de Iván, ya no tan convencido de dejar a los nerazzurri.
Lamentar
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También porque hay quienes todavía se arrepienten de haberlo hecho, como Romelu Lukaku. Los rumores sobre su deseo de volver al Milán siguen persiguiéndose, aunque la operación parece absolutamente impracticable hasta la fecha, tanto por el sueldo del belga como por el cierre neto del Chelsea a cualquier hipótesis de cesión. Por supuesto, las formas del mercado son infinitas. Pero este camino, por el momento, no parece del todo viable.
27 de mayo – 08:55
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