Nueva alternativa: de los residuos de tequila al cuero vegano más sostenible


Hace cuatro años, los mexicanos Adrián López Velarde y Marte Cázarez Duarte crearon un material alternativo a las pieles de animales al convertir cactus (nopal) en un biomaterial llamado deserto. Este ‘cuero’ vegano se ha convertido en uno de los materiales preferidos por las marcas de moda que buscan ofrecer productos más sostenibles en todo el mundo. Ahora Velarde y Duarte han introducido otra innovación con el desarrollo del primer ‘cuero’ vegano a base de agave.

FashionUnited habló con los inventores de Desserto y los fundadores de la compañía, Adriano Di Marti, sobre el desarrollo de este nuevo material y cómo el ‘cuero de agave’ no solo es una alternativa al cuero animal, sino también una oportunidad para prácticas más sostenibles en la industria del tequila.

Desserto Agave: Oportunidad para la industria del tequila y la moda para colaborar

“Desde que se fundó Desserto, no hemos cejado en nuestros esfuerzos de investigación y desarrollo y nos dimos cuenta de que hay otras fibras en México que nos podrían proporcionar la misma o incluso mejor materia prima. Examinamos qué plantas típicas en México son elegibles y cuáles de ellas significaron más desperdicio. Entonces llegamos a la conclusión de que el agave es el siguiente con el que trabajar”, ​​recuerda Duarte. “La industria del tequila, que es una de las más importantes de México, produce muchos residuos en todo su proceso. Deja una gran cantidad de desechos orgánicos, como hojas y bagazo (caña de azúcar), y vimos la oportunidad de investigar cómo convertir esos desechos en algo útil”.

La industria del tequila en el estado de Jalisco no solo es un hito cultural sino que también tiene una fuerte importancia económica. La producción nacional de agave (planta con la que se elabora el tequila) en 2020 fue de 1.519.000 toneladas, de las cuales el 74,3 por ciento provino de Jalisco, generando una recaudación estatal estimada en 24.650 millones de pesos mexicanos (alrededor de 13.300 millones de euros). Pero a medida que la industria continúa generando ingresos y creciendo a nivel internacional, también lo hace la cantidad de desechos y, con ello, el impacto ambiental.

Crédito de la foto: postre de agave

Fue precisamente de este impacto que los fundadores de Desserto se dieron cuenta y durante varios años analizaron cómo podrían usar su tecnología para transformar el agave en un material similar al cuero. “En México se producen alrededor de 360 ​​mil toneladas de bagazo al año. Esto generalmente se tira o se vende a fábricas de ladrillos donde se quema y se usa como un combustible barato que genera contaminación del aire y cenizas, por lo que no es sostenible en absoluto”, dice Velarde. “Así que vimos una oportunidad para que la industria del tequila y la industria de la moda trabajen juntas de manera sostenible”.

Así nació Desserto Agave Edición Limitada. Este nuevo biomaterial permite expandir la cadena productiva del tequila y el agave y llegar a la industria de la moda. La industria del tequila no solo está innovando en la forma en que fabrican su producto, sino que ahora está ayudando a crear productos con conciencia ambiental.

Del tequila a la moda

A diferencia de su producto estrella Desserto, donde la empresa cultiva cactus Nopal y los utiliza como materia prima para su ‘cuero’ alternativo, para Desserto Agave la empresa no cultiva agaves. En cambio, recolecta los desechos de agave de varias fábricas de tequila y luego los procesa en su material sostenible. Para su primera producción utilizaron 12 toneladas de bagazo de las cuales hicieron 1 tonelada de materia prima que podría ser procesada en este material sostenible. Esta tonelada de materia prima fue suficiente para producir unos 8.000 metros de ‘cuero’ de agave. Eso puede sonar como una gran cantidad de material, pero hay mucho más de donde proviene. Velarde dice que por cada litro de tequila que se produce, se producen unos 7 kilogramos de bagazo.

Convertir los desechos de la producción de tequila en un nuevo textil extiende la vida útil de la planta de agave, que tarda de seis a siete años antes de que pueda ser cosechada. Después de la cosecha, se convierte en tequila, pero las fibras no se necesitan y terminan en la basura. Estos desechos ahora reciben una nueva vida al ser recolectados y procesados ​​en Desserto Agave. “Los tequileros no nos creyeron cuando les dijimos que les pagaríamos por sus desperdicios. Están acostumbrados a verlo como basura. Pero lo hicimos. Enviamos un camión a recoger el bagazo y les pagamos. Es una muy buena manera de agregar valor a las materias primas que ya abundan en México. Hay mucho potencial”, dice Velarde.

Aunque la materia prima es abundante, convertir el agave que se usa para hacer tequila en un nuevo ‘cuero’ vegano no ha sido fácil. Desarrollar un nuevo material es un desafío complejo, incluso para Duart y Velarde, quienes vienen profundizando su experiencia desde hace años, trabajando en máquinas y tecnologías especiales para este fin.

Nueva alternativa de cuero en el mercado

“Trabajar con agaves es completamente diferente a trabajar con nopales. Los agaves son aún más complicados porque sus fibras son más duras. Sin embargo, iniciar el proceso fue un poco más fácil ya que teníamos las máquinas y la experiencia para calcular tiempos, procesos y desarrollo. Así que esta vez fue más fácil y rápido desarrollar una nueva fibra”, explica Duarte. Velarde añade que estas fibras son ‘muy duras’, por lo que hubo que rediseñar las máquinas para procesarlas.

“Hemos mejorado nuestra tecnología junto con Desserto y esto nos ha permitido adaptar las máquinas para que también podamos procesar fibras más duras. Al principio, sin embargo, creíamos que esto no era posible porque las máquinas podían romperse. Nuestro equipo de ingeniería tuvo que considerar qué ajustes eran necesarios para finalmente producir este material”.

El nuevo material, Desserto Agave, se puede utilizar de la misma manera que el ‘cuero de cactus’ (Nopal), por ejemplo, para bolsos, carteras, accesorios y mucho más. Una de las diferencias es que este nuevo material se siente más suave. También tiene un contenido orgánico de hasta el 89 por ciento. Duarte agrega que el olor también es un poco diferente. A diferencia del nopal, que tiene un aroma más dulce (como una galleta, digamos), el nuevo material de agave huele más a naturaleza, a tierra, a algo más antiguo.

“Me alegré mucho cuando finalmente funcionó, porque al principio pensamos que no podíamos procesar las fibras. El primer rollo que recibimos era de un tono entre marrón y naranja, similar al color que tiene el bagazo cuando está húmedo. Eso me recordó lo complicado que fue el proceso y cuánto arriesgamos, como las máquinas, para hacerlo realidad. Pero al final todo salió bien y ahora hay una nueva alternativa en el mercado”, concluye Velarde.

Este artículo apareció originalmente en FashionUnited.uk. Traducido y editado por Simone Preuss.



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