Si hay una ciudad en Ucrania donde los residentes están al borde de un ataque de nervios, esa es Zaporizhia. “Nuestro río se está vaciando y anteayer cayó otro cohete cerca de mi casa”, dice el pescador Román. Y luego está la amenaza nuclear, con la que los 700.000 habitantes tienen que convivir día y noche. Desde ayer, los servicios de emergencia están capacitados para estar listos en caso de un desastre nuclear. Nuestro reportero fue a la ciudad devastada.
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