La desaparición de Emile toca el corazón del pueblo de montaña francés de Le Vernet, advierte nuestro reportero en el lugar. “Los abuelos de Emile me agarraron y me dijeron: vamos a buscarlo. Ahora que llevamos cinco días, ya no me atrevo a visitarlo”, dice un vecino del lugar. Cada vez se habla más de la pista del secuestro y esta tarde ha surgido un nuevo elemento más en la investigación.
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