Cuatro años más tarde estaba en Seúl para sus segundos Juegos. En retrospectiva, lo más especial, afirma Volkers. “Me seguía el servicio secreto en Corea del Sur. Los surcoreanos tenían tanto miedo de que le pasara algo a un periodista debido a la amenaza de Corea del Norte, que me seguían a todas partes. Cuando salía a cenar, siempre me atendían. el mismo hombre cerca de mí.”
También en Barcelona en 1992 pasó todo. Allí fue ‘golpeado’ por la Guardia Civil. A través de Atlanta, Sydney, Atenas y Beijing llegó a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El más bonito de todos, dice Volkers, porque todos los estadios estaban llenos. “Los ingleses son simplemente los inventores del deporte moderno. Nunca me quedé hasta la ceremonia de clausura. Hice una excepción en Londres, por culpa de Coldplay”.