Nuestras conversaciones giran cada vez más en torno a ‘por si acaso…’

Las conversaciones con mi pareja y amigos solían ser principalmente sobre expectativas y crecimiento, pero ahora cada vez más sobre cómo arreglar las cosas “por si acaso”.

Mi amor y yo estuvimos casados ​​durante 25 años. Un buen momento para volver a mirar las fotos y reflexionar sobre lo bien que todavía nos llevamos juntos y que nuestro hijo, que nacería un mes después, ya es un hombre adulto y está fuera de casa… Y luego, al cabo de un tiempo, Automáticamente encontrarás hermosos recuerdos de todas las personas que todavía están en el álbum de fotos, pero que ya no están en tu vida. Algunos han desaparecido por diversos motivos, otros ya no están entre nosotros.

En aquel día memorable, hace tantos años, mirábamos principalmente hacia el futuro: ¿qué nos esperaba? – a mis 56 años, estoy casi seguro de que el tiempo que tengo detrás es más largo que los años que tengo por delante. En ese momento, todavía fantaseábamos con nuestra próxima familia, carreras o viajes, posibilidades y crecimiento, pero ahora las conversaciones giran cada vez más sobre cosas completamente diferentes. Igual de valioso, sí, pero uf…

Por ejemplo, desde el derrame cerebral que sufrió mi amor el año pasado, intento acceder a sus códigos de acceso (él tiene los míos) para todos los documentos y archivos que pueda necesitar en caso de una gran tristeza. En el hospital me di cuenta con shock de que no tenía idea y eso me puso extremadamente nervioso. Por supuesto que al final lo resolveré, pero ¿por qué hacerlo difícil cuando puede ser fácil? La vida es bastante difícil en momentos como éste.

Una vez tuvimos una conversación con uno de nuestros mejores amigos sobre dónde deberíamos esparcir sus cenizas en caso de su muerte. Afortunadamente él y su esposa gozan de perfecta salud y acaban de jubilarse, por lo que suponemos que pasarán años, pero aún así.

Otro encontró una tarjeta funeraria de un amigo que murió demasiado pronto y me envió el código de inicio de sesión de su teléfono para entregárselo a sus familiares por si acaso… Esa noche soñé que estaba dando un discurso en su funeral.

Por supuesto que es bueno hablar de ello con tus seres queridos, para que tengas una idea de lo que se necesita o se puede arreglar, pero grabar todo es mejor. Para ello ni siquiera tienes que acudir al notario, puedes hacerlo tú mismo. Y entonces también es jurídicamente válido. También se puede hacer digitalmente.entonces puedes estar seguro de que no te perderás nada y que la nota no desaparecerá entre los papeles usados.

Ahora voy a seguir fantaseando con cómo viviremos todos juntos en el complejo de apartamentos Huize Avondrood más tarde y nos sentaremos en la terraza todo el día refunfuñando unos con otros, pasando horas trasteando con nuestros pasatiempos y recitando historias locas de la vieja caja para el milésima vez, mientras nuestros familiares y cuidadores ponen los ojos en blanco. Ya estoy deseando que llegue.

Bettina (56) es editora jefe en línea de Libelle. Está casada, tiene un hijo adulto y un perro. Escribe semanalmente sobre su relación y su vida (sexual).



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