“La forma en que actualmente se está imponiendo a los residentes de los municipios fusionados es un caldo de cultivo perfecto para la antipolítica”, escribe el subdirector jefe Dimitri Antonissen. “La necesidad de una mayor cooperación es muy clara. Pero quien sólo sigue la razón e ignora las emociones de Dorpsstraat, en las próximas elecciones recibirá un boomerang en la cara”.
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NUESTRA OPINION. “Más que un nombre: las emociones merecen un lugar en el debate sobre los municipios fusionados”
