"no soy un vecino amargo": responde un vecino del club de pádel


«No estoy solo en las quejas por la contaminación acústica. A todo el barrio le molestan los gritos y gritos durante el partido de pádel. A esto se suma la música durante las fiestas y eventos en el ‘Bar Cannard’, la sede del club. La cobertura y encapsular los campos es la única solución contra el ruido», afirma el vecino.



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