Después de la sanción de dos partidos contra el jugador nacional Merih Demiral, la asociación turca (TFF) atacó duramente a la UEFA y la acusó de tener motivaciones políticas.
El hecho de que la Unión Europea de Fútbol (UEFA) haya investigado el gesto del saludo del lobo del defensa después de «declaraciones de algunos políticos occidentales» arroja «una sombra sobre la independencia del procedimiento y de la decisión», afirmó el presidente de la TFF, Mehmet Büyükeksi. Esto es “inaceptable, ilegal y político”.
Los medios turcos informaron que la asociación turca podría acudir al Tribunal Internacional de Arbitraje Deportivo (TAS). Sin embargo, esto no es posible con una sanción de hasta dos partidos de conformidad con el artículo 63.1.b de los Estatutos de la UEFA. Por tanto, el TAS no es responsable de tales casos. Al prohibir dos partidos, la asociación se vio privada del “derecho de apelación”, criticó Büyükeksi.
A raíz del escándalo que rodeó a Demiral en los octavos de final de la Eurocopa contra Austria (2-1), la UEFA inició una investigación por «presuntos comportamientos inapropiados». El gesto también generó complicaciones diplomáticas. Tras las críticas de la ministra federal del Interior, Nancy Faeser (SPD), Ankara convocó al embajador alemán y el jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores convocó al enviado turco.
Demiral, que marcó los dos goles turcos contra Austria y saludó al lobo tras su segundo gol, se perderá los cuartos de final del sábado (21:00 horas / RTL y MagentaTV) contra Holanda en Berlín. Si Turquía gana, Demiral también tendrá que mirar en semifinales.
El saludo del lobo es un signo con la mano y un símbolo de la organización turca ultranacionalista y de extrema derecha “Lobos Grises”. Ni la organización ni el saludo están prohibidos en Alemania. Sin embargo, los “lobos grises” están bajo vigilancia de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución.