Niveles alarmantes de PFAS en la naturaleza ártica de Spitsbergen

Así lo demuestra un estudio de la Universidad de Oxford, sobre el que escribe este sábado el diario británico ‘The Guardian’.

Se encontraron un total de 26 tipos de PFAS en el hielo. Cuando ese hielo se derrite, las sustancias también terminan en ecosistemas río abajo, como los fiordos árticos y la tundra. El agua de deshielo puede afectar a todo el sistema alimentario, desde el plancton hasta los peces, las focas e incluso los osos polares. En este último, ya se encontraron altas concentraciones de PFAS en la sangre en investigaciones anteriores.

El investigador William Hatz señala que los animales en Spitsbergen y sus alrededores, donde el clima ya se está calentando más rápido que en otras partes del mundo, “tienen que lidiar tanto con la contaminación química como con un hábitat cambiante”.

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