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Las historias que importan sobre el dinero y la política en la carrera por la Casa Blanca
Nippon Steel ha contratado al ex secretario de estado de Donald Trump, Mike Pompeo, para ayudar a presionar a favor de su controvertida oferta de 14.900 millones de dólares para comprar US Steel, que ha enfrentado la oposición de republicanos y demócratas.
Pompeo, que habló en la Convención Nacional Republicana esta semana, donde Trump aceptó la nominación del partido como candidato presidencial, será asesor de Nippon Steel en su intento de superar las declaraciones públicas en contra del acuerdo de parte de Trump y el presidente Joe Biden. Ambos hombres están tratando de cortejar a los votantes obreros en el estado clave de Pensilvania, en el período previo a las elecciones de noviembre.
“Como exsecretario de Estado, director de la Agencia Central de Inteligencia y congresista estadounidense, Mike Pompeo es respetado en ambos partidos y tiene una comprensión incomparable de los problemas geopolíticos y de seguridad que Estados Unidos enfrenta hoy”, dijo Nippon Steel el domingo.
“Esperamos trabajar junto a él para enfatizar aún más las formas en que la adquisición de US Steel por parte de Nippon Steel refuerza la seguridad económica y nacional del país”.
Pompeo no es el único ex asesor de Trump que aboga por el acuerdo. En un informe publicado recientemente, Stephen Moore, ex asesor de campaña de Trump, dijo que “la oferta de Nippon Steel de adquirir US Steel es una victoria económica para la industria manufacturera estadounidense y para la economía estadounidense en general” y describió el acuerdo como un “claro caso de ‘friendshoring’ entre Japón y Estados Unidos”.
La oposición de Biden al acuerdo había generado preocupaciones en Washington y Tokio de que podría dañar las relaciones con Japón, uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en los esfuerzos por contener el ascenso militar y económico de China.
Según dos personas familiarizadas con la situación, altos funcionarios del gobierno japonés también están muy involucrados en el cabildeo para que se apruebe el proyecto. Nippon Steel se negó a hacer comentarios al respecto.
Aunque el acuerdo por US Steel, con sede en Pittsburgh, que se anunció en diciembre, ha recibido aprobaciones regulatorias fuera de Estados Unidos, aún debe pasar una revisión de seguridad nacional por parte de Washington y enfrenta objeciones de poderosos sindicatos.
Después de que Trump arremetiera contra el “horrible” acuerdo y prometiera bloquearlo si era elegido, Biden también declaró su oposición a la adquisición, diciendo que era “vital” que la empresa siderúrgica estadounidense siguiera siendo “de propiedad y operación nacional”.
Nippon Steel, que ha retrasado el plazo para completar el acuerdo, sigue confiando y en mayo predijo “discusiones más tranquilas” con los sindicatos después de las elecciones presidenciales.
La compañía también ha dicho que no habrá recortes de empleos ni cierres de plantas causados por la fusión y que trasladará su propia sede estadounidense de Houston a Pittsburgh.
El nombramiento de Pompeo fue informado por primera vez por Bloomberg.