Al menos 20 personas ya han muerto en la fuerte tormenta que ha azotado el estado estadounidense de California, en el que las fuertes lluvias han convertido las calles en ríos embravecidos. Un niño pequeño también ha estado desaparecido desde el lunes por la mañana. Kyle Doan, de 5 años, fue arrancado de los brazos de su madre por el agua de la inundación después de que su auto fuera arrastrado y lleno de agua. Ayer llegaron al menos 100 miembros de la Guardia Nacional para ayudar en la búsqueda desesperada del niño, y hoy están llegando más efectivos.
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