Niño (4) se sienta solo junto al cuerpo de la madre fallecida desde hace dos días: “Ha saciado su hambre comiendo comida para perros y golosinas”

El pasado sábado, los servicios de emergencia holandeses se encontraron con una terrible escena en Beverwijk, un municipio del norte de los Países Bajos. Un niño de 4 años llevaba dos días sentado junto al cuerpo de su madre fallecida Mariska (30). “Pensó que estaba dormida y se quedó con ella hasta que se despertó”, le dice la hermana de la mujer a RTL Nieuws. La mujer probablemente murió de un paro cardíaco.

“El jueves por la noche de la semana pasada me había llamado, pero yo no había visto eso. Quince minutos después dejó de contestar, aunque siempre lo hace. Así que ese debe haber sido el momento en que murió”, dice Sahrona, la hermana de Mariska, de 30 años.

Mariska no se había sentido bien durante un tiempo y tenía muchas dolencias físicas, como diabetes. Es por eso que Sahrona no pensó de inmediato que era extraño que no supiera nada de su hermana esa noche. Mariska también sufría de trombosis en las piernas, probablemente un coágulo de sangre se desprendió y eso le provocó un paro cardíaco. La familia enfatiza que la muerte de Mariska no tiene nada que ver con corona.

Comió trozos de perro y dulces

El hijo de 4 años de Mariska estaba en casa ese jueves por la noche, junto con el perro. “Experimentó todo muy conscientemente”, dice Sahrona. “Él pensó que ella estaba dormida. Por eso se fue a la cama él mismo. Los días siguientes satisfizo su hambre comiendo comida para perros y dulces, dijo. Es muy patético”.

Como Mariska tampoco supo de ella el viernes, Sahrona se puso en contacto con otros miembros de la familia. Tampoco habían tenido noticias de Marika todavía. Sahrona luego condujo hasta la casa de su hermana. Como aún no había respuesta, llamaron a la policía. “Los oficiales entraron y la encontraron, junto con su hijo”.

Según Sahrona, esta es una experiencia muy traumática para toda la familia, pero especialmente para el hijo de Marika. “Afortunadamente, ahora está recibiendo mucha ayuda. Además, Mariska había dispuesto que si alguna vez pasaba algo, yo lo cuidaría. Así que haré eso, como ella siempre ha querido”.



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